⚠Como todas mis historias habrá contenido +18 y violencia⚠
Un bárbaro en busca de tierras repletas de riquezas se topará con diversos problemas en su camino.
Las cosas se tuercen, todo por capricho de la diosa de la muerte, Hela, quien tiene bajo s...
La tarde se pasaba volando. Bakugou tenía mucho aguante con el alcohol, a pesar de que había bebido mucho se mantenía consciente de la situación, aunque sí se le veía más alegre y con sus mejillas sonrosadas.
Shoto no había bebido tanto, también percibía bien su entorno, pero si que se sentía raro, le ardía la cara y estaba extrañamente contento, se estaba divirtiendo, algo que su padre nunca le había permitido. Aún faltaba un poco para que se hiciera de noche, permanecía atento, sabía que antes de que atardeciese debía regresar al barco, aunque en ese momento ansiaba mucho más que nunca no tener maldición alguna para disfrutar de aquella hermosa festividad.
El viento arrastraba consigo la música que llenaba la plaza y parte de las calles que conectaban con ella. El sonido de violín, flauta, guitarra y el ritmo de los tambores llenaban aún más de vida aquel lugar.
Bakugou volteó a mirar a Todoroki sentado a su lado, ambos eran personas bastante distantes en cuanto a fiestas se trataba, o al menos eso parecía. Eran de los que se sentaban con su copa a observar al resto o simplemente hablar.
- ¿No estás acostumbrado a...? -Bakugou intentaba recordar como se decía beber, pero el verbo no aparecía en su mente así que simplemente le hizo el gesto con la mano para que le entendiese.
Todoroki se sorprendió. A Bakugou se le notaba mucho el acento norteño, pero le entendió bien.
- Vaya... Freya te instruye bien. -Sonrió y le echó un vistazo a su bebida.- Y no... Normalmente no hago estas cosas, la vida de príncipe es... Aburrida.
Bakugou entendió la mitad.
- Tú... ¿Estás bien... Barco?
Aún le costaba bastante, quería preguntarle si estará bien solo en el barco, aún con esas Todoroki comprendió.
- No te preocupes. -Intentaba hablar despacio para que pudiera captar bien sus palabras.
Después de eso no siguieron hablando, el hecho de que les costase entenderse hacía una pesadez el hecho de comunicarse, pero por suerte Rodrick regresó, ese sí iba borracho. Bakugou sonrió de oreja a oreja al ver como se tambaleaba, haciéndole espacio para que se sentase entre ellos.
- ¿Qué tal enano?
- Buff... Me lo estoy pasando genial. -Se impulsó para subirse al banco, Todoroki le ayudó.- Gracias chaval. -Soltó un fuerte y exagerado suspiro.- Las chicas de esta ciudad son una maravilla.
