Capítulo 2

1.2K 72 1
                                    

¨·..·¨·..·¨·..·¨¨·..·¨·..·¨·..·¨¨·..·¨·..·¨·..·¨¨·..·¨·..·¨·..·¨(¯ˆ·.¸ ¸.·ˆ¯)¨·..·¨·..·¨·..·¨¨·..·¨·..·¨·..·¨¨·..·¨·..·¨·..·¨¨·..·¨·..·¨·..·¨

Capítulo 2

El hijo de las tormentas

¨·..·¨·..·¨·..·¨¨·..·¨·..·¨·..·¨¨·..·¨·..·¨·..·¨¨·..·¨·..·¨·..·¨(¯ˆ·.¸ ¸.·ˆ¯)¨·..·¨·..·¨·..·¨¨·..·¨·..·¨·..·¨¨·..·¨·..·¨·..·¨¨·..·¨·..·¨·..·¨

Una cosa que Naruto había aprendido con el tiempo es que simplemente vivir para pelear y entrenar podía ser aburrido, había un punto en la vida que tal vez simplemente ya se tornaba demasiado repetitivo el ganar poder para pelear y pelear.

5.6 billones de años por ejemplo, era demasiado tiempo para cualquier ser vivo simplemente convertirse en un loco hambriento de las batallas, y desde esa perspectiva, la tierra se miraba tan pequeña a sus pies.

Y ahora tenía un pequeño problema.

—¿Ahora donde carajos voy?— cuestionó al aire mientras se encontraba literalmente acostado sobre una nube, mirando al cielo con una expresión contrariada—. No quiero volver a Konoha y no creo que ser un buen shinobi— murmuro para si mismo.

La cabeza le daba vueltas.

Tanto tiempo fuera del mundo y ahora que había vuelto no sabía que hacer.

Estaba acostumbrado a cosas de nivel colosal, había ido por niveles que ni siquiera podría empezar a pensar que demonios iba a hacer ahora en un lugar tan... ¿Cómo decirlo? Pequeño.

No creía que la vida en una aldea Shinobi fuera para él, no iba a obedecer a nadie que no respetará, por lo que también estaba el hecho de que ni mucho menos planeaba liderar una aldea o nación, si era algo eso era no un líder. Principalmente porque no quería tener que lidiar con las cosas de cuidar un lugar en particular junto a sus personas, más allá de eso, ¿Qué podía decir? También le parecería aburrido.

Podría ir por su familia que según lo que Jashin le había dicho años antes, pero cualquier atisbo de rencor que hubiera tenido con ellos se había apagado después de 500 años, la ira había seguido allí por otros 70 y luego paso a indiferencia en unos 20.

No los conocía, su vida ya no tenía que tirar en torno a ellos y ahora en verdad que no sabía que hacer al respecto ya que no tenía nada interesante que hacer—Hmmm— el pelirrojo se "paro" en la nube en la que estaba mientras se quedaba pensando largamente—. Supongo que podría ir causando problemas por doquier, resolver los problemas que aparecen siempre es una manera de encontrar a los pendejos que los hacen problemas en primer lugar.

Luego se encogió de hombros.

La nube bajo sus pies se arremolino como si avecinaba un tornado, al mismo tiempo que el Ojiazul se movía un poco y generaba que una buena parte de los cielos se moviera con él.

Y por consecuencia, hizo que la nube se moviera a una velocidad que ni siquiera pareció dejar una estela en lo más mínimo antes de aparecer al otro extremo del continente en un abrir y cerrar de ojos.

Había estado al otro lado de los desiertos del País del viento, cerca de otra extensión de tierra llamada el Reino del Desierto, y ahora estaba en medio del Océano del Fuego, más en concreto sobre una pequeña isla llamada Yānwú, una isla conocida por tener los dos mejores puertos de las naciones elementales, Kõkai y Kaiyõ, si había un lugar donde Naruto podía aprender más sobre como eran las cosas en la actualidad sería en el lugar donde una buena cantidad de partes marítimas se encontraban.

Naruto Okami: Sacrificado al destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora