I love you. ‹𝟹 Sungsun

27

"Y la sombra del día, abrazará el mundo gris y el sol se pondrá para ti."

–Linkin Park

꒰ ･ ･ ･ ꒱

Había sido una semana larga.

Sunoo no comprendía, se la había estado pasando ignorando al alfa, que ahora era demasiado insistente con él, le gritaba de lejos y él salía corriendo, lo saludaba y él apenas y sonreía, le preguntaba algo y él no contestaba.

¿Qué demonios le estaba pasando?

En esa semana, le había pedido a su madre que sí llegaba la casualidad de que aquel alfa llegará y preguntará por él, le dijera que no estaba.

Y sí había llegado esa casualidad, Sunghoon había estado insistiendo en que podía oler el aroma de Sunoo, podía sentir que estaba en la casa, pero aún así su madre le decía que no estaba

Y ahora alguien tocaba a su puerta.

— Sunnie, cachorro —su madre se asomó por la puerta con una cálida sonrisa.

— ¿Ya se ha ido?

Sunoo se encontraba recostado en su cama, pensando, ¿qué era lo que había hecho como para que ese alfa sintiera vergüenza de estar a su lado?

— Sí —asintió—, ahora fue más difícil decirle que no estabas, en verdad que es un chico muy insistente.

— Sí, lo sé.

Su madre entró a la habitación y se sentó en la orilla de la cama viendo a su cachorro que aún estaba cubierto con las cobijas mientras miraba al frente, hacia la nada.

— ¿Pasa algo?

¿Pasar? ¿Qué podía decir?

Sí había pasado algo, una pequeña discusión sin sentido alguno, Sunoo se había sentido enojado cuando había escuchado las palabras del alfa, pero se sentía triste al no tenerlo allí, al rechazar sus abrazos, al no contestarle, al no hablarle.

— Ni siquiera lo sé.

Su madre le daba caricias en su espalda para que se relajará.

— Sunghoon no es así de insistente, además ¿por qué me has pedido que no lo haga pasar?

Sunoo miró a su madre y se incorporó sentándose recargándose en el respaldo de la cama.

— Sunghoonie dijo que sentía vergüenza al estar a mi lado.

Su madre lo miró extrañada.

— ¿Estás seguro de lo que dijo? —el pálido asintió.— ¿No te estás confundiendo?

— ¿Confundiendo? Madre, sé muy bien lo que escuché.

— Pero, ¿lo estás interpretando de la manera correcta?

Sunoo quedó en silencio, los recuerdos le llegaron a la cabeza, ¿lo había interpretado mal?

Sunghoon, aquel alfa pasó por su cabeza y recordó que en los tres días que no hablaron el alfa solo se dedicaba a mirarlo, recordó, que hasta se avergonzaba tanto que tartamudeaba con su presencia. Ahora Sunoo era quien se sentía un idiota, había mal interpretado aquello.

— Cachorro.

— Soy un tonto.

— No lo eres, solo actuaste por impulso.

El timbre de la casa y unos toquidos se hicieron presentes. La madre de Sunoo sabía de quien se trataba, miró a su hijo.

— Creo que es momento de que abras esa puerta, hijo.

Su madre se retiró de su habitación y Sunoo se dispuso a levantarse de su cama, con el corazón a mil latidos, bajó las escaleras y abrió la puerta, y allí lo vió, el alfa se veía sorprendido de que el chico de tez pálida le abriera la puerta, su lobo se sintió feliz.

— ¡Sunnie! —el alfa iba a abrazarlo pero se detuvo—, ¿puedo?

— Por supuesto.

Sunghoon lo atrajo hacia su pecho y lo abrazó de la manera más cálida posible, se sentía feliz de que al fin el omega no lo ignorase.

— Perdón Sunghoonie, soy un tonto, no debí mal interpretar tus palabras.

— Perdóname a mí por no saberme expresar bien, omega.

Y ambos de nueva cuenta se abrazaron, la madre de Sunoo observaba la escena con una sonrisa.

— Sino terminan los dos juntos, es porque es una tontería —dejó su vaso de agua en la mesa de la cocina, y agarró su celular.

Una fotografía no hace daño a nadie.

Pero claro el flash y el sonido del disparo se escucharon.

— ¿Mamá?

— ¿Señora Kim?

— Lo siento, pero momentos así me encanta enmarcarlos.