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"No me importa si duele, quiero tener el control. Quiero un cuerpo perfecto, quiero un alma perfecta."

–Radiohead.

꒰ ・ ・ ・ ꒱

La noche era profunda aquel día, no había ni una sola nube en ese gran cielo nocturno, lo único que lo ocupaba eran esos hermosos destellos acompañados de la blanca luna. Todo era apreciado por Park Sunghoon.

Sonrío viendo a la luna, era una hermosa luna llena, toda la luna estaba en su esplendor brillando, y él en lo único que pensó en esos momentos fue en Kim Sunoo.

— Sunoo... me pregunto, ¿qué estarás haciendo en estos momentos?

Sabía perfectamente que era una pregunta absurda, eran las once de la noche, era posible que el omega se encontrará acurrucado en su cama durmiendo plácidamente, en esos momentos Sunghoon quería presenciar esa hermosa imagen en persona.

— Luna, Sunoo sí es omega, ¿verdad? —suspiró— Aún leo sobre las parejas predestinadas, pero... ¿por qué Sunoo aún no se presenta? Lo ansío tanto, quiero que pueda saber el exquisito aroma que tiene, quiero que se acurruque conmigo y duerma en mis brazos, ¿puedes ayudarme? —miró a la luna—. Sueno como un completo tonto hablándole a la luna.

Él sabía perfectamente que no tendría ninguna respuesta, pero en verdad que necesitaba una respuesta, no podía esperar más, no quería hacerlo, él quería ver a su Sunoo presentado y que ahora sí lo pueda cortejar como es debido.— ¡Park! —un grito lo sacó de sus pensamientos.

Era Sunoo se encontraba en la parte de enfrente de su casa, Sunghoon lo veía desde la ventana cerrada, así que la abrió para así poder verlo.

— ¿Sun? ¿Qué estás haciendo afuera? La noche está muy fresca, no quiero que enfermes.

— Acabo de venir de casa de Jongseong

Eso hizo que el buen humor de Sunghoon se fuera por completo, no le agradaba en lo más mínimo que Kim Sunoo hablará de aquel alfa, y a pesar de que sabía que tenía pareja, aún los celos recorrían su piel.

— ¿Y por qué me gritaste?

— Porque escuché todo lo que dijiste —dijo Sunoo lo más tranquilo posible.

Y esta vez Park Sunghoon sí que se sonrojo al máximo, no creía que alguien lo había visto y mucho menos escuchado, agradecía que era de noche, sino Kim Sunoo vería su sonrojo.

— Tengo que preguntar ¿cuál es el olor de mi aroma?

— Es rosas y caramelo —respondió Sunghoon— Un muy agradable aroma, me pierdo cuando lo olfateo.

— ¿Así que caramelo y rosas? —Sunoo sonrío— Por un momento creí que era a tu postre favorito, me hubiera reído mucho.

Sunghoon sonrío— No le veo lo gracioso a eso hyung.

— Pues yo sí lo veo, ¿te imaginas? Sí ahora es difícil que te separes de mí, imagínate si tuviera el aroma a tu postre favorito —Sunghoon soltó una risa.

— Jamás te soltaría —Sunghoon miraba a su omega quien le sonreía— Deberías ir a casa, no quiero que enfermes, aunque me gustaría.

— ¿Por qué?

— Porque así sería yo quien cuide de ti.

El lobo de Sunghoon le pedía a gritos que dejará que Sunoo se quedara en su casa para así tener su aroma cerca.

— ¿Quieres pasar? Podríamos...

— ¿Dormir juntos? —el alfa asintió— No, tengo que regresar, o mi madre me matará. Nos vemos mañana alfa hormonal.

— Descansa mi dulce omega —dijo Sunghoon. Observó como Sunoo se alejaba hasta llegar a su hogar.

I love you. ‹𝟹 SungsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora