I love you. ‹𝟹 Sungsun

10

"Las estaciones no le temen a la muerte, tampoco el viento, el Sol o la lluvia. Vamos nena, no le temas a la muerte."

–Blue Oyster Cult.

꒰ ･ ･ ･ ꒱

— Te lo agradezco tanto Sunoo, no sé que haríamos sin ti —dijo la señora Park mientras terminaba de arreglarse el vestido rojo que tenía puesto.

No sabía porque pero sentía que estaba arrugado y eso que lo había planchado hace una hora, el señor Park vestía un trae negro y sus manos al parecer tenían un problema al realizar el nudo de la corbata. Ahora a todo esto, ¿qué es lo que hacía Kim Sunoo allí? Pues hace una noche Sunghoon había tenido algo de fiebre, y a la mañana siguiente ¡sorpresa! Se había resfriado.

El señor Park iba a cancelar las reservaciones en aquel restaurante lujoso que había hecho por el aniversario de bodas, pero Sunghoon le insistió en que no lo hiciera, y logro convencer a su padre de pedirle a Kim Sunoo que lo cuidara, y para sorpresa de todos Sunoo accedió con tal de comer lo que el quisiera.

— Ni yo sé que haría sin mi —dijo Sunoo en voz baja.

— En verdad te debemos mucho Kim Sunoo, cuando quieras puedes venir a cenar con la familia, eres bienvenido a está casa —dijo el señor Park mientras su esposa acomodaba mejor la corbata de este.

— Si Sunoo, eres bienvenido, cuida muy bien de mi pequeño ángel y no te acerques mucho, ha estado estornudando y no quiero que también tú te contagies por la culpa de mi hijo.

— No se preocupe señora Park, lo tendré en cuenta —dijo Sunoo con una sonrisa.

Algo era cierto, no quería hacer el papel de niñero de Park Sunghoon por un día, pero debía de hacerlo después de todo las suplicas de su padre fueron demasiadas, además de que era posible que recibiera un regaño enorme de su madre sino accedía a ayudar a los Park.

Sunghoon estaba en cama arropado muy bien y aún así sentía mucho frío en su cuerpo, tenía la nariz roja y los ojos algo llorosos, además su habitación era un desastre, llena de papeles que contenían su ADN.

— Bueno Sunoo, si necesitan algo de comida hay en el refrigerador, las llaves de la casa están en la mesita de centro por si necesitas salir por algo para Sunghoon, llámame si acaso no encuentras alguna cosa o sino pregúntale a Sunghoon, ¡bueno es hora de irnos! Nos vemos al rato, cuídate Sunoo.

Y así Sunoo se despidió de los señores Park que salieron a paso rápido cerrando la puerta, Sunoo suspiró cansado y observo a su alrededor, no había mucho que hacer, había traído un libro para distraerse un buen rato, pero primero tenía que informarle a Park que estaría cuidándolo unas horas, así que subió las escaleras para dirigirse a la habitación del alfa.

— ¿Sunghoon? —tocó levemente la puerta de la habitación de Park.

— Adelante —estornudó, se escucharon claramente quejidos departe del menor.

El pelinegro entró a la habitación, y vió los papales tirados por casi toda la habitación y el cesto de basura vacío, su mirada se dirigió hacia la cama de Park y allí lo vió envuelto hasta la cabeza con sus cobijas.

— Park, en vez de estar allí deberías recoger todo este basurero.

— ¿Sunnie? —Sunghoon se destapó la cabeza y miró al pálido parado y recargado en la entrada de su habitación.— ¿Qué haces aquí?

— Pediste que te cuidara y a eso vine, pero deberías recoger tu basura y ponerla en el cesto, estarás enfermo pero no eres inútil, así que levántate y hazlo.

Sunghoon sólo se quedó mirando a Sunoo mientras hablaba, no había escuchado nada de lo que dijo.

— ¿Qué estás esperando?

— Perdón pero... no escuché nada de lo que dijiste.

Tan honesto como es lo habitual, Sunoo suspiró y agarró el cesto de basura, comenzó a recoger los papeles tirados bajo la atenta mirada de Park Sunghoon. Cuando recogió el ultimo papel dejó el cesto en su lugar y miró a Sunghoon.

— Tienes un lindo culo Sunnie hyung —golpe en la cabeza— ¡Auch!

— Asqueroso —dijo Sunoo saliendo de la habitación.

— ¡No te vayas omega! No lo volveré a decir —ahora Sunghoon se sentía terrible por haber dicho tales palabras.

Claro que Sunoo no regresó hasta que fue la hora de darle de comer a Park Sunghoon.