Fünfzehn

5.9K 593 171
                                    


—¿Cómo vas con Draco? — Ron mete la cuchara al bote de helado de fresa.

Harry encoge sus hombros.

—Ha estado de gruñón.

—¿Alguna razón en especial?

—Ha conseguido un nuevo trabajo, por la noche. No duerme bien y le pone de mal humor.

—Me imagino.

—Además... ayer llegaron los resultados de la Universidad local— tuerce la boca.

—¿No fue aceptado?

—Pasó el examen pero no le dieron un lugar porque estaban excediendo el límite de alumnos. Fue una mierda, eso lo dejó peor.

—Lo siento por él.

—Está triste, aunque diga lo contrario.

Han pasado tres semanas desde que salieron de vacaciones. Theo, Neville y Blaise estaban en el viaje de graduación, así que el único amigo disponible era Ron. Su compañía era agradable y a Harry le divertía.

—¿Qué harán para vacaciones?

—Probablemente nada. Draco seguro trabajará todos los días.

—¿Y tú?

—Me quedaré aquí, con él. No quiero salir de paseo mientras él trabaja día y noche, literalmente. No es justo.

—¿Aún sigue con la idea de que no trabajes?

—Ahora si no puedo hacerlo. Casi no aguanto mucho tiempo en una posición, me cansó mucho y la espalda me mata.

—Ouh, lo siento.

—Está bien. Valdrá la pena.

—Mierda, esto debería ser sorpresa pero... El tío Lucius está organizándote un Baby shower con mi familia. Si te dicen, actúa sorprendido y no digas que la cagué.

—¿De verdad? — Sonríe, achinando los ojos. —Que lindo de su parte.

—Él es así.

Ellos siguen platicando de diferentes cosas, Ron le cuenta sus planes para las vacaciones y le dice que si gusta, se puede unir a él. Dan las 7PM y Draco llega, luciendo cansando y harto de todo.

—¿Qué haces aquí? — Ni un saludo ni nada, sólo una pregunta hostil para su primo.

—Haciéndole compañía a Harry, nada más.

—Ya puedes irte, entonces.

—Draco, no tienes que ser grosero— el omega le dice, regañándolo.

Sin prestar atención, el platinado va a la cocina para prepararse algo de cenar.

—Te dejo, Harry. Nos vemos después— lo abraza cortamente, para después salir e irse.

Suspirando, Harry camina a la cocina con los pies hinchados.

—No tienes por qué ser así con él.

—¿Qué hacía aquí?

—Él te dijo, sólo me acompañaba.

—No quiero que venga cuando no estoy.

—Draco, mira... No me gusta Ronald, ¿Bien?, me gustas tú.

—Ya lo sé.

—¿Entonces por qué eres así? — Alza la voz. —Acepté ser tu omega, acepté que ataras la flor en mi muñeca. Draco, ¿Por qué dudas de mí?

Ven aquí y ámame - DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora