"Compañero"

2. "Amigo"

ו××ו××ו×

Llevaba una semana encerrado en su habitación y el profesor se comenzaba a preocupar por él. Lo sabía porque cada día que iba a verlo preguntaba cómo seguía. Y Heimerdinger recibía como respuesta un: Lo siento, aún me siento cansado, viendo al joven acostado en la cama. La habitación se encontraba ordenada a excepción de algunos trastes sucios, a un lado de la cama del castaño. Se resignaba e iba con Jayce, el cuál no dejaba de ir al lugar dónde trabajaba con su compañero y seguía sólo con la investigación. El mayor entró a la habitación sacando a Jayce del cuaderno de notas.

- Viktor aún no se recupera, joven Talis- dijo para comenzar una conversación- y agradezco que sigas con esta tarea.

- Bueno, él hubiera insistido en qué siguiera.

- ¿Hubiera? ¿no lo has ido a visitar?- el menor negó- Pues mal hecho, ustedes parecen ser unidos. Deberías hacerlo tal vez eso le levante el ánimo- sonrió amistosamente sin saber que por culpa de Jayce el joven Viktor estaba así.

- Por supuesto. Cuándo termine aquí iré a verle- el mayor asintió.

- Muy bien. Espero que esté mejor mañana sino tendré que llamar al médico, me comienza a dar ansiedad su estado. Hasta luego, joven Talis- se despidió dando una inclinación de cabeza y salió para seguir con sus clases.

Jayce por otra parte dejó caer su cabeza entre los libros esparcidos por la mesa, dejando salir una pesada exhalación. Después de que Viktor se había ido prefirió darle su espacio. Y luego de la visita del profesor se encontró apenado, en todo el tiempo de la revisión de avances que daba el mayor, él se la había pasado imaginando escenarios indecentes con su amigo. ¿Qué le pasaba? Se había decidido hacerle una masturbación manual porque se sentía culpable de que él siempre se llevaba el crédito, la admiración y las chicas. De solo imaginarse a sí mismo así, ya se odiaba. Era arrogante de su parte tener todo eso y no compartirlo. En una parte de su mente eso era okey pero otra se preguntaba ¿y la mamada? ¿Por qué había pasado de mano a boca? Y otra tercera parte, una muy profunda, habló: Se veía lindo. ¡Oh no! ¡Oh, sí! Viktor siempre se veía lindo y/o atractivo. Con su cabello castaño, salvajemente crecido, meneandose al caminar y alzándose cuando trabajaba con el cubo Hextech. Esa inocente e inconsciente forma de morderse lo labios al concentrarce al leer. O el brillo que aparecía en sus ojos cuando hablaban de un tema en común.

Pronto sintió sus mejillas arder. Debía de admitirlo, quería a Viktor y no solo como compañero. Terminaría por escribir unas cosas e iría a verle. ¿A qué? No sabía, se lo dejaría al Jayce del futuro porque ahora éste Jayce se encontraba bloqueado con imágenes de Viktor riéndose de sus tontos chistes de ciencia que le había contado en numerosas ocaciones.

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Era tarde y su cuerpo se estaba cansando de estar en la cama. Aunque sí, salía de esta y caminaba alrededor del cuarto pero eso no era suficiente para su cuerpo. Ya había pensado en salir al menos para sacar los platos sucios de comida, que le llevaba el profesor o alguno de sus compañeros y que ahora comenzaban a apestar la habitación. Estaba mirando por la ventana como la gente de la academia iba y venía; algunos con libros, mochilas o cajas de almuerzo. Finalmente aceptó que estar encerrado por más tiempo era innecesario. Aunque él se sintiera extraño, la vida seguía y la gente de afuera se lo confirmaba. No sabía cómo iba a tratar a Jayce de ahora en adelante.

Al final tomó una bolsa desechable, juntó los platos de la mesa y salió para emprender su camino al comedor. Ya afuera quiso regresar de inmediato, al ver que Jayce daba vuelta para adentrarse a su pasillo. Su amigo al verlo ahí, estático y con una bolsa en la mano, se quedó quieto. No quería ahuyentarlo así que caminó con cuidado.