"Compañero"

9. Decisiones finales para un final decidido

9. Decisiones finales para un final decidido.

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La conversación con la reina Medarda (madre de Mel) lo había alterado. Muerto, no podía ayudar a nadie y dejaría solo a Viktor. Tenían que actuar. No pudo evitar pensar en su pareja al ver a ese chico, se parecía un poco solo que Viktor era más lindo. Estaba indefenso y ahora podía hacer algo por él. Se preguntaba si estaría bien. Hace una semana que no hablan y cuando iba al laboratorio, Sky le decía que estaba indispuesto. Una vez le agradeció a la chica por llevarle alimento a su novio mientras él se ocupaba de las reuniones y los desastres en el puente. Al parecer solo recibía visitas de ella.

La señora Kiramman había pedido una audiencia en el Concejo, ya estando ahí empezaron a cuestionarse sí el vigilante en jefe, Markus, los había traicionado. Había pruebas pero no se lo creían, ¿por qué lo hizo? Caitlyn entró en escena junto a una mujer. Enseguida aclaró quién era y de dónde venía. Explicó todo lo que había visto en el distrito suburbano y dió el nombre de la persona que regía ese caos: Silco.

Ya lo habían investigado pero al saber quién era el responsable de dichas investigaciones, Jayce fue directo al punto: ¿qué quería de ellos?

— Que el distrito se vuelva independiente— soltó su amiga—. Lo llaman la nación de Zaun.

No puede ser. Pensaron los demás concejales. Talis preguntó si sabía quién era el creador de la bomba y si tenían la gema robada. Por la acción de su amiga, anunció:

— Debemos atacar ahora— la creatividad de esas personas y el poder de su gema serían una combinación peligrosa. Si nadie iba hacer algo para evitarlo él lo haría.

— Sería la guerra— dijo Mel. Tras ver a su madre ya no estaba segura de crear un enfrentamiento. La guerra no era buena (para ninguna de las partes) había demasiadas muertes, penas, arrepentimientos. Era horrible. ¿Cómo lo pudo olvidar?

— ¡Hay gente buena ahí abajo!— exclamó Caitlyn.

— Y también mala— habló Hoskel (el mayor) que veía el peligro que su dinero corría.

— Aún si quisiéramos invadir tienen el Brillo— hizo notar la concejal Shoola (la mujer con collar de engranajes)

— Nosotros tenemos el Hextech— Caitlyn no podía creer la fría decisión de su amigo.

— ¿Qué te pasó?— ¿se alejaban un poco y el Concejo lo había dañado?

— Hemos intentado hablar por semanas de esto. Aún limpian la sangre del puente. Hay que poner un límite.

— No conoces la guerra— habló Mel sumida en sus recuerdos—, yo sí. Debe ser el último recurso. Primero está la diplomacia— la mayoría de los presentes concejales afirmó lo dicho por la morena. Causando que la chica llamada Vi enfureciera.

— ¡¿Qué?! ¿piensas negociar con él?

— Quizás sea la única forma de evitar más derramamiento de sangre— le dijo la madre de Caitlyn. No funcionó si quería calmarla.

— Es una locura. ¿No aprendieron nada? ¡No pueden hablar con él! Los odia por completo. El jamás podría seder... — por su comportamiento pidieron a los vigilantes que la sacaran— No se molesten sé dónde está su maldita puerta cara.

Con un leve asentimiento su madre dejó que fuera por Vi.

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