"Compañero"

10. Después...

וווווווווווו×

Cuando localizaron en dónde se había producido la explosión, los médicos y vigilantes rápidamente fueron a la sala del Concejo. Vieron un desastre total en la habitación. Los fragmentos de vidrio de las ventanas estaban esparcidos por todas partes, hasta en los cuerpos de algunos concejales y un siniestro se propagaba. Mel Medarda había sido la más perjudicada, había recibido todo el impacto. No se sabía si esa noche sobreviviría. Talis estaba sobre Viktor, protegiéndolo. Aún así tenían clavados vidrio y astillas de la mesa, en gran tamaño. La señora Kiramman estaba muy delicada, ella también recibió una gran parte de la explosión. Terminaron por llevar a todos a cirugía y apagar el incendio.

En la preparación, los médicos, vieron la pierna y la mano de Viktor. Dudaron por un momento de él, ya habían visto (en Zaun) lo que pasaba con el Brillo. Aún así la mayoría dejaron de lado sus prejuicios, lo importante era salvar su vida, el chico no había hecho el mal a nadie y los que no estaban seguros se les pidió salir del quirófano. Éstos últimos hablaron con los vigilantes y ellos se dieron una idea de por dónde investigar.

Lograron hacer reaccionar a Jayce, no estaba tan grave como los otros; y después de sacarle los fragmentos de su espalda, el joven estaba siendo necio en ir a ver al castaño, que aún estaba en cirugía. Cuando levantaron el cuerpo del castaño de la sala se dieron cuenta que un gran pedazo del vidrio de la ventana le había atravesado el abdomen. Estaba cortando el intestino. Tenían que abrir, quitar el filoso objeto para suturar la herida y esperar a que esta sanara...

Esperaban que así fuera y no se complicara.

El concejal Hoskel lamentablemente no sobrevivió, muriendo en cirugía. El joven Salo tampoco la había librado, muriendo unas horas más tarde de la operación. Shoola y Bolbok estaban en recuperación pero aún no despertaban, una pieza de concreto les había golpeado en la cabeza. La madre de Caitlyn y la señorita Medarda estaban delicadas y en coma. Viktor salió a salvo de la operación. De todos, la pareja de científicos fue la que estaba menos herida. Gracias a que Jayce lo había protegido. Ahora, solo estaba entubado y dormido. Esperando que despertarse.

Talis llegó cuando estaba descansando en la cama del hospital. Una amable enfermera le dió una silla de ruedas para que no se sobre esforzara.

Sabía que el causante de todo esto era su gema y muy probablemente este ataque había sido la respuesta definitiva de Silco. Cuándo habló con él, había notado una mirada de preocupación por la chica llamada Jinx. No sabía de su relación pero él no iba a entregar algo tan preciado. ¿Ahora qué pasará? No sabía, no lo sabían, sólo quería ver los ojos ambares de su pareja y saber que estaba bien. Cubrió la manos ajenas entre las suyas, la yema de sus dedos estaban heladas. Estuvo unas horas con él, mientras recibía informes del estado de los otros concejales, el fallecimiento de unos, los daños a la estructura y que algunos peatones y guardias habían salido lastimados por los escombros y vidrios que cayeron.

— Despierta, por favor, Vik— le susurraba en ocasiones. Dejó caer su cabeza en la cama para descansar un poco—. Quiero tener la seguridad que tú estarás bien. No te quiero perder... No ahora...

El enfermo cuerpo de Viktor no quiso cooperar. El monitor cardíaco empezó a indicar que el corazón del castaño ya no latía. Alarmó a Jayce y alertó al personal médico.

— ¡VIKTOR!— dos enfermeros lo arrastraron hasta su habitación. Le dijeron que los doctores se encargarían. En su desesperación mandó a llamar a un vigilante. Le pidió que buscara las muestras "modificadas" de Brillo en el laboratorio con la excusa de dar fuerza a los heridos. Mentira, ni siquiera había revisado que componentes tenía o qué pasaba si se ingeria una gran cantidad. La mujer asintió y fue enseguida, así lo había pedido el concejal.