No había recibido un don, era una paria para familia. Pero había alguien quien también era visto de la misma forma por el resto de la familia Madrigal, ese alguien era su tío Bruno.
Ambos sentían que tenían una fuerte conexión entre ellos, más allá...
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Una vez que la bebé se terminó la leche de su biberón, Bruno le dio un par de palmadita para ayudarle a asentar la comida en su pancita. La meció suavemente hasta que esta quedó completamente dormida.
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El hombre le dio un beso en su cabecita y la puso suavemente en su moisés con una sonrisa. Vio como sus ratas se acercaban curiosas a dicho moisés, el cual tenía un móvil con mariposas.
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Estos pequeños roedores miraban a la bebé embelesados.
Bruno salió del cuarto de su hijita y se dirigió a la habitación de su esposa, desde su matrimonio ambos compartían las habitaciones de cada uno, turnándose por días para dormir ya sea en la suya o la de Mirabel.
