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Mis piernas dolían por la manera en la que corría por los pasillos tratando de alcanzar a Ricky. Todos los chicos se me atravesaban y no podía moverme bien., Estaba decidida a contarle todo, a confesarle mi amor y a arreglar las cosas.

-¡Ricky!-

El chico no me escuchaba, los gritos de los que practicaban baloncesto eran insoportables.

-¡Ricky!-

Repetí mi grito pero siguio sin escucharme. Un chico se dio cuenta de que lo necesitaba e hizo que Ricky se detuviera.

-Gracias, Ricky....

El chico Volteo los ojos y solto aire por su boca.

-Por favor escuchame, tengo tanto que decirte-

-No Nini, ¿cuando vas a dejarme en paz?-

-Hasta que me escuches-

-Nina-

Ricky me llamo Nina, eso me partio el corazón al recordar lo que una vez me dijo.

"Nos llamaremos por nuestros nombres solo cuando dejemos de amarnos"

-¿Nina?-

-Si, deje de amarte-

Dijo y se dio la vuelta para seguir su camino. Dios, mi corazón se destruyo completamente.

Sus palabras sonaban en mi cabeza cada segundo y no me dejaban dormir, estaba rota, porque entendí que Ricky ya no me quería más, entendí que ya no debía insistir, yo fui la culpable de que eso pasara y ahora estaba arrepentida, muy arrepentida.

-Hija, se que estas triste pero tienes que dormir-

-No lo entiendo, ¿porque tiene que doler tanto?-

Yo estaba hecha mares, no dejaba de llorar.

-Porque Ricky fue una persona que amaste demasiado, pero hija, si el decidio olvidarte y dejar de amarte es por algo, tu debes hacer lo mismo-

-Es que no quiero, no quiero dejar de amarlo y simplemente olvidarlo-

Mamá estaba sentada en un lado de la cama mientras yo liberaba todo mi dolor, o más bien trataba de hacerlo.

-Nuestro amor fue lo que nunca quise que fuera mamá, un recuerdo....

Bajo la misma lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora