Una visita inesperada

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JUNGKOOK POV

- Por fin, esta es la última - musité mientras cerraba la puerta de nuestra nueva casa con el pie y a la vez intentaba que la caja no se escurriera de mis manos. Jimin me miraba divertido mientras desempacaba una de las innumerables cajas que adornaban nuestra casa.

- ¿Qué pone en la parte de arriba? - me preguntó, mientras sus manos estaban quitando el plástico a un jarrón de cristal, que perteneció a mi apartamento.

- Hummm... veamos... cocina; pesa bastante, deben ser platos - musité. Me dirigí a la cocina, dejando allí la caja, junto con otras nueve. Parecían que se multiplicaban como los panes y los peces.

En ese momento, Jimin entraba en la cocina.

- ¿Es la última? - interrogó.

Asentí con la cabeza, mientras me acercaba a él y lo rodeaba con mis brazos. Poco a poco nuestra casa ya iba tomando forma. Nuestro dormitorio y el salón ya estaban pintados, y mañana traerían los muebles. Esta noche tendríamos que dormir en el suelo en un colchón con Jisoo en nuestra habitación, ya que su cuarto aún no estaba listo; podríamos habernos quedado unos días más en el apartamento, pero nos hacía ilusión estar ya en nuestra casa, además, los chicos se habían mudado unos días antes de lo previsto.

Justo en el momento en el que mis labios se posaban en los de Jimin, Namjoon apareció en la cocina, salpicado de pies a cabeza de pintura rosa y lila, refunfuñando y dirigiéndose a la nevera.

- ¿Cómo va todo por allá arriba? - pregunté interesado.

- Espero de verdad que tengáis un niño... mamá me está volviendo loco allí arriba... sí tengo que pegar más princesas Disney en la pared enloqueceré - siseó con fastidio. Jimin y yo nos reímos por el comentario; mi madre había ideado la habitación de Jisoo, y claro está, la decoración debía ser de muñecas y princesas.

En ese momento Jisoo entró en la cocina, acompañada de mi padre, que miraba a mi hermano divertido.

- Parece que la humanidad ha ganado un cardiólogo, pero ha perdido un artista - dijo entre risas. Namjoon rodó los ojos, mientras cargaba a mi niña.

- Espero te guste tu habitación enana - le dijo con una graciosa mueca.

- ¿Vas a jugar mío? - le preguntó interesada, apoyando sus manitas en sus hombros.

- ¿A las muñecas? - preguntó mi hermano con cautela.

- Siiiii - chilló Jisoo con alegría.

- Verás enana, no creo qu... - se paró al ver el labio de Jisoo temblar débilmente.

- No llores pequeña, es que... - empezó a decir Namjoon, pero Jisoo frunció el ceño.

- Quero con papá - susurró en voz baja, con una lágrima en su mejilla.

- ¿Ves?, ya la has hecho llorar... ven aquí cariño - la tome en brazos, y ella escondió su carita en mi cuello.

- Tío oso malo, no quere jugar mío - hipó suavemente.

- Si cariño... tu tío es malo - le fulminé con la mirada, mientras Young Soo y Jimin observaban la escena divertidos y con la risa contenida.

- Vamos Jungkook... no te veo cambiando de ropa a las muñecas - dijo Namjoon burlón. Al ver mi ceño fruncido, su cara cambió a una burlona. Namjoon negó en forma dramática con la cabeza.

- Me encantaría grabarte con una cámara para mostrarlo en el hospital - dijo entre risas, pero la voz furiosa de Jeon Eun Ha resonó desde las escaleras.

Cuidando un corazón - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora