-Toma, es del color de tus ojos y me recuerda a ti.- El menor dijo extendiendo el objeto mientras cerraba fuertemente los ojos -. Bueno, también es del color de la popó, pero esa no es tan bonita -. Comenzó a balbucear nervioso.
-¿Estás diciendo qu...
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—Nos vemos la próxima clase, chicos.
El profesor había terminado la clase y mis nervios había comenzado a fluir dentro de mí.
—Supongo que te vemos en el salón, ve a conquistar a Soobin. Recuerda que tienes 10 minutos de tolerancia más los 10 minutos que faltan para la próxima clase.
Las palabras de Taehyun sólo aumentaron mis nervios.
—¡Ve por tu hombre!
Yeonjun dijo con diversión plasmada en su rostro. Ya me tocará a mí verlo derramar baba por alguien.
—Los veo en el salón.
Mis piernas querían temblar por el nerviosismo, pero siempre hay que arriesgarnos en esta vida. Si no hacía nada para tratar de conquistar a Soobin hasta enamorarlo, (o hasta que me rechazara porque nunca hay que obligar a nadie a querernos. Si alguien dice "no" es no) nunca sucedería nada.
Las canchas no están tan lejos del salón de mi primera clase, y como no sé exactamente los salones en los que Soobin toma clases, decidí ir a esta hora.
Mis ojos se encontraron con el chico y mi estómago comenzó a agitarse. Eso no es bueno. ¿Serán las mariposas o el licuado de esta mañana?
Con un poco de torpeza caminé hasta donde se encontraba el mayor riendo con su amigo.
Okey, nosotros podemos, Beomgyu. Sólo ve y dile lo que Taeh dijo acerca de sus labios.
Con un suspiro y tomando las asas de mi mochila caminé hasta los jóvenes. Unos metros antes de llegar con ellos, bajé la mirada para no arrepentirme.
Soobin y su mejor amigo Kai se encontraban charlando en las canchas hasta que Niki, un compañero suyo, le pidió a Soobin que eligiera el balón del deporte que quería practicar ese día.
