-Toma, es del color de tus ojos y me recuerda a ti.- El menor dijo extendiendo el objeto mientras cerraba fuertemente los ojos -. Bueno, también es del color de la popó, pero esa no es tan bonita -. Comenzó a balbucear nervioso.
-¿Estás diciendo qu...
*Friendly reminding de que las fics son ficción y no se busca ofender, incomodar, asumir ni sexualizar a los chicos con ninguna de las situaciones que se narran en la historia o con la historia misma.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Saben, llegar tarde a la escuela es lo de hoy, pero llegar tarde a la escuela por haber ido a perder el tiempo a cuatro centros comerciales a buscar un peluche cuando claramente todas las tiendas estarían cerradas, será lo de mañana; y yo, yo ya estoy en el futuro, porque son las 7:18 am y a penas estoy llegando a mi salón.
Jadeando, sudando, muriéndome y sin peluche, pero siempre un paso adelante de todos con un estilo tremendo.
—¿Puedo pasar? — cuestioné con el poco aire que tenían mis pulmones en cuanto mis piernas llegaron a la puerta.
—Adelante.
Murmuré un gracias al profesor y me adentré pesadamente al salón. Saqué una botella de agua y comencé a beber el líquido con prisa.
Dios, tengo que mejorar mi condición física, no puedo creer que corrí por media hora y ahora mi alma está a punto de salir de mi cuerpo y no siento las piernas. Ahora entiendo porque era el niño al que nunca elegían para estar en sus equipos, no los culpo, no los culpo.
—¿Por qué llegaste tarde? — Yeonjun murmuró en mi dirección.
Por menso por qué más va a ser.
—Porque fui a ver si encontraba un peluche, pero todas las tiendas estuvieron cerradas — respondí agitado y continué bebiendo de la botella.
—Por suerte, me tienes a mí — Yeonjunie alzó su mochila del suelo para buscar algo —. Ayer, después de que mandaras el mensaje al grupo, le pedí un peluche a mi primita — sacó el objeto y me lo extendió.
Me empecé a ahogar con el agua.
¡Parece el hijo perdido de Chucky!
Taeh comenzó a palmear mi espalda y el profesor me volteó a ver extrañado.
—¿Se encuentra bien, joven Choi?
Levanté un pulgar en su dirección y traté de calmar mi tos. Él asintió y esperó a que me calmara para continuar con la clase.
