XI

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Christus nos liberavit


¿Qué es esta historia de Fantine? Es la sociedad comprando una esclava.

¿A quién? A la miseria.

Al hambre, al frío, al aislamiento, al abandono, a la desnudez. ¡Pacto doloroso! Un alma por un pedazo de pan. La miseria ofrece, la sociedad acepta.

La santa ley de Jesucristo gobierna nuestra civilización, pero no la penetra todavía. Se dice que la esclavitud ha desaparecido de la civilización europea. Es un error. Existe aún, pero no pesa más que sobre la mujer, y se llama prostitución.

Pesa sobre la mujer, es decir, sobre la gracia, sobre la debilidad, sobre la belleza, sobre la maternidad. Ésta no es una de las menores vergüenzas del hombre.

Al punto al que hemos llegado de este doloroso drama, nada queda ya a Fantine de lo que era en otro tiempo. Se ha convertido en mármol al hacerse lodo. Quien la toca siente frío. Pasa, os soporta, y os ignora; es la figura deshonrada y severa. La vida y el orden social le han dicho su última palabra. Le ha acontecido todo lo que podía acontecerle. Lo ha sentido todo, soportado todo, experimentado todo, sufrido todo, perdido todo, llorado todo. Se ha resignado, con esa resignación que se parece a la indiferencia, como la muerte se parece al sueño. Ya no evita nada. Ya no teme a nada. ¡Que caiga sobre ella todo el nubarrón, y que pase sobre ella todo el océano! ¡Qué le importa! Es una esponja empapada.

Al menos, esto cree ella. Pero es un error creer que la desgracia se agota, y que se toca el fondo de una situación, cualquiera que ésta sea.

¡Ah!, ¿qué son estas vidas que se precipitan desordenadamente?, ¿adónde van?, ¿por qué son así?

El que esto sabe ve en toda oscuridad.

Está solo. Se llama Dios.

Los Miserables I: FantineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora