CAPÍTULO FINAL XX: EL LLAMADO

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Diversos grupos se encontraban reunidos  en distintos lugares del mundo, separados pero unidos por el mismo propósito: traer la paz al mundo, que poco a poco se va sumiendo en una especie de desolación, destrucción, odio irracional y muertes a cualquier precio; sin importar de donde fueran todos, algo en su interior les permitía sentirse en sincronía con los seres y algunos mundanos temerarios que no se dejaban doblegar fácilmente, habían accedido a unirse para enfrentarse a un peligro inimaginable, del cual había la posibilidad de que no pudiesen volver con vida, tuvieran una vida condenada y maldita o simplemente terminaran convertidos en seres repugnantes o indeseables para cualquiera, en pocas palabras, se habían tirado a la boca del lobo cegados por su determinación, "coraje" y soberbia.

En las altas tierras de Escocia, un señor de no más de 40 o 45 años, tatuajes por todo el cuerpo, ojos color gris ceniza, pelo rizado hasta la mitad de la espalda y una barba bien definida; estaba afilando sus armas para enfrentarse a lo que viniera, por fin se atrevería a salir de su casa determinado y esperando ver alguna señal de esa pequeña que tanto adora.  

-Saldré, ya me harté de vivir escondido-. Dijo mientras veía el horizonte antes de comenzar a alejarse de su mansión, sabía a donde ir y esperaba que otra persona que el conocía bastante bien, también estuviera allí.

 Mientras tanto en otro lugar dentro de ese inmenso bosque, un grupo de seres que trabajaban para el cielo, dotados de habilidades superiores, se encontraban al rededor de un mapa, eran liderados por un adulto con cuerpo torneado y trabajado, de ojos verde oscuro como esmeraldas, cabello gris tirando a blanco, lentes, barba moderada y peinado similar a un puercoespín, daba instrucciones.

-Nos dividiremos de la siguiente manera: Los mellizos recorrerán los terrenos del Oeste, ustedes dos recorrerán los terrenos del Este, Mel tú irás al Norte, en cuanto a Herzel y yo iremos a los terrenos del Sur, nos volveremos a reunir en este punto, si se sienten perdidos o quieren hacer una retirada, llamen a Kindle-. Todos asintieron, sujetaron sus armas con determinación, sobre todo el líder y su compañero Herzel, por fin Mel lo había aceptado como líder y las peleas entre ambos habían reducido para alivio de todos los miembros del escuadrón. 

En otro lugar, específicamente en otro país, otro  adulto con un físico envidiable, de ojos verde claro casi grises, cabello gris ceniza con barba media, armado con una espada negra con detalles rojos y acompañado por su Nidhogg, se detuvo a mirar el horizonte que parecía infinito, su cara era seria pero con una mezcla de emociones, seguiría su camino para cumplir su objetivo, solo que esta vez no estaría solo acompañado de su Nidhogg.

Mientras tanto en las tierras nórdicas, los vikingos (a excepción de uno bastante particular) de cada reino y clan unían fuerzas para alzarse contra un enemigo común que no habían visto frente a frente, alzaban sus distintas y poderosas armas, orgullosos de quienes eran, vestidos con sus armaduras de piel y cascos cornudos con colores distintivos sobre el lugar que pertenecían, algunos incluso tenían sus rostros pintados o el cuerpo, cuando no vestían camisas o usaban faldas, ya fuese con los colores de su bandera o con los colores de sus clanes, entonaban una canción mientras caminaban guiados por sus respectivos jefes, acompañados se sus músicos enérgicos, mientras salían de Fort William, entonaban a una voz su tradicional canto vikingo de guerra:

¿Quién quiere dominar el frío viento polar?

¿Cómo someter el rugiente mar?

Noches y días sin final

En mi viaje ancestral.

El inmenso mundo arrodillado

Un jardín dónde cosechar

El Mundo Bajo La  Miseria / Libro 1- EL INICIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora