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Año 02

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Año 02. Mes de septiembre. D.Z.

**Narración tercera persona**

Hoy se cumplía un mes desde que el pequeño Louis había llegado a ese horrible y destruido mundo.

En la casa se había hablado de la idea de salir de ahí e ir a otro lugar. Si bien les aterraba por los llantos del bebé, no había otra idea mejor ya que era eso o tener que estar afuera como por dos días en busca de provisiones, debido a que se habían agotado las que estaban más cerca. Pero en la cabeza de los tres adultos surgió un "no" rotundo ante esta idea mencionada por lo débil que se encontraba Maggie y lo pequeño que era el bebé.

El gran día había llegado, hoy se irían de esa casa que tantos recuerdos significó para los tres, aunque más para Thomas y Troy.

— Me siento mal por la cuna... — Le dijo Mags a su pareja a la vez que acomodaba su ropa en una mochila color verde oscuro. — En verdad me gustó mucho y Louis ni la usó. — Tommy río al escucharla, ya que estaba cuidando del pequeño mientras ella hacía sus maletas.

— Conseguiré otra donde sea que vayamos, eso si, lleva el móvil que casi me cuesta la vida. — Asintió con una risita a la vez que guardaba lo mencionado.

— Tengo miedo que los llantos de Lou hagan que nos coman. — El morocho se acercó a su novia e hizo que lo mirara poniendo su mano en su mejilla.

— Sin importar qué, los voy a proteger con mi vida. Así que no tengas miedo, porque te puede hacer dudar y no necesitamos dudas. — Se sonrieron y Maggie colocó su arma de fuego en la parte trasera de su pantalón. — Iré a llevar estas mochilas a la camioneta. — Asintió a lo dicho por Tommy. Luego que le pasara a su bebé, se dedicó a admirarlo mientras lo amamantaba.

— ¿No te olvidas nada? — Entró Troy a la habitación luego de que Tommy saliera. La joven negó con un poco de duda.

— Hasta donde sé, guardé todo lo esencial. — El adulto le brindó una sonrisa y se acercó a acariciar la cabeza de Louis.

— Va a ser difícil criarlo en estos momentos, pero entre los tres todo va a estar bien. Escuché un poco de la conversación que tuvieron y no tienes que temer, estamos juntos en esto. — Se abrazaron con cuidado del pequeño y salieron de la habitación en el mismo instante en que Thomas ingresaba a la casa.

— Ya está todo listo. ¿Vamos? — El padre asintió ante las palabras de su hijo.

— Verifiquen de no olvidar nada, voy prendiendo la camioneta. — Los jóvenes acataron las ordenes y revisaron por última vez la casa.

— Tommy... ¿puedo llevar esta foto? — Él se acercó a ver qué era lo que tenía su amada en sus manos y vio una selfie de su familia, su mamá, su papá y él cuando tenía 7 años, antes de que ella muera por el cáncer. Él dio una sonrisa nostálgica para después sacarla del porta fotos y dársela a su novia. — Estoy segura que a Louis le gustará ver una foto de su abuela. — Ambos se sonrieron y le dieron una mirada al pequeño que ya se había dormido en brazos de su mamá.

Hasta que de repente escucharon un grito, más específicamente de Troy. Ellos se miraron antes de que salieran a buscarlo y socorrerlo.

Escucharon un disparo y como tanto el zombie como el mayor de los Zang caía al suelo.

— ¡Papá! — Exclamó Tommy mientras se acercaba y tiraba al Z ya muerto lejos. — ¿T-te mordieron? — Pronunció con mucho miedo hasta que vio al adulto asentir. —¿Q-qué hago? ¿C-cómo lo curamos?

— No hay nada que curar Thomas. Solo queda esperar.

Así pasaron las últimas horas donde se dedicaron a hablar del futuro de la pareja, y de todos los consejos que les daba Troy a ambos.

— No se olviden que no hay una rivalidad entre ustedes, son siempre juntos contra el mundo. — Los jóvenes asintieron llorando a mares. — Creo que llegó mi momento...

— No... por favor... — Susurró Thomas. Su papá le dio una sonrisa triste. — No quiero hacerlo.

— Tienes qué. Maggie... te convertiste en una gran persona en este tiempo que te conocí, y estoy seguro que sos y seguirás siendo una gran madre. — Le dio la mano. — Tommy... cuídalos a ambos, y cuídate vos. En estos tiempos cuesta confiar así que tengan mucho cuidado. Te amo hijo y cuando vea a tu madre allá, estoy segura que me dirá lo orgullosa que está de vos. — Y así fueron sus últimas palabras en aquella oscura noche donde la única luz que los iluminaba era de la camioneta.

Al momento de convertirse, Thomas intentaba buscar algún indicio de vida en sus ojos, pero sólo veía ganas de comer carne.

— Subiré a la camioneta. — El joven asintió lentamente ante las palabras de su novia, ella sabía que él necesitaba tiempo para asimilar lo sucedido.

No fue cosa de media hora que se oyó un disparo que hizo llorar a Louis.

— Shh... tranquilo mi amor. Mami está aquí. Nada malo te pasará. — El bebé pareció calmarse en el mismo instante en el cual Thomas subió a la camioneta.—¿Estás bien? — Él asintió sin mirarla y encendió el automóvil para manejar.

Directo a quién sabe dónde.

Directo a quién sabe dónde

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𝙵𝚊𝚖𝚒𝚕𝚢 | Z NationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora