-UNO-

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-UNO-

13 de Enero, 2020.
Venezuela.

-¿Cómo es que se echa esta cosa del contorno?- le dije a Fiorella cuando no recordaba como hacerlo.

-Es sencillo, es uno de los últimos pasos- se levantó y lo hizo ella por mi aplicando el producto en mi rostro y aprovechó de terminar el maquillaje sencillo- Así es mejor, porque si me pongo a esperar por ti no terminamos nunca.

-Bueno, así te vas adaptando a mi rostro para cuando te contrate como mi maquillista profesional, no tendré que preocuparme por si me aplico bien o no el delineador.

-No puedes estar esperando por mi, no te voy a durar toda la vida- se levantó y salió del cuarto- dame un chance, necesito ir al baño. Los frijoles que intentó hacer Ale no me cayeron bien.

Aproveché y me fijé en el look que me había quedado de 3 horas de empatucarme la cara. La verdad la mayoría lo había hecho mi prima Fiorella. Ella tomó tres años de su vida y se fué a Colombia a emprender su negocio de maquillaje y cuidado para la piel, era muy buena y trabajo de verdad que no le faltaba, hasta hacía material digital y dictaba clases a distancia. Ya cuando se estableció se llevó a su hermana Alessandra, quien intentó entrar en el mundo de la cosmeatría y falló épicamente cuando le manchó la cara a una clienta con un químico un poco demasiado fuerte para su piel, por lo que ahora nos intoxicaba con sus inventos culinarios a cada oportunidad que tenía.

Sin embargo, eran de esos familiares que agradaba tenerlos cerca. Y de las que aprendía siempre sin necesidad de matarnos. Algo muy raro ya que pertenecíamos a una familia inmensa llena de chismes y gente atolondradra.

-¡Apúrate! Luán debe estar por salir para vernos en el restaurante y yo todavía aquí con el polvo en la cara como una drogadicta- le grité- y tú tienes que dejar de probar todo lo que te da Alessandra, un día de estos te da una úlcera.

- ¡Es que está vez te juro que tenían un buen sabor! Va a venir siendo cierto eso que dicen mis tías que uno con el periodo le sale la comida mala.

-Si, sí. Solo ven y arréglame esto rápido

A los 10 minutos ya tenía mi maquillaje listo, tacones puestos y preparada para salir.

-Eliangel- me llamó Fiorella- Sabes que, si pasa algo así sea lo más mínimo, me llamas y voy de inmediato con Luis a buscarte, así tengamos que pedirle gasolina al vecino.

-Dale, te aviso- salí apresurada- Y no le digas nada a mi tia Honoria, que bastante pesada se pone con el tema- grite antes de cerrar la puerta.

Salí de la casa y me fuí directamente a mi auto, después de tanto mi negocio secreto si había dado frutos. Quien diría que el negocio de la venta de fotos de pies fuera rentable. Había veces en que si venía algún degenerado con sus fetiches extraños a hacer pedidos raros, pero por lo general era algo inocente, y me daba la base, así que con lo que tenía reunido por la liquidación que me dieron del trabajo de mamá cuando murió, y lo que yo reuní, pude comprarme un carrito decente. Nada escandaloso, y bien útil.

Iba en el camino pensando tantas banalidades que no me di cuenta cuando llegué al restaurante y justamente también se iba estacionando Luán. Aquí muy poco encontrabas como en otros países el servicio de parking valet, aquí tenías que estar pendiente de tu carro o en todo caso darle una propina al señor que cuidaba, quien en todo carro de que robaran no se iba a hacer responsable de los daños.

Antes de salir, recordé el discurso que había repasado mil veces en mi cabeza tratando de aparentar la seguridad que necesitaba para esta reunión.

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⏰ Última actualización: Jan 31, 2022 ⏰

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