Veintiséis.

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—Necesito que me cuentes qué ha pasado, Joel. No puedo no saberlo...

Moví mi mano hacia el rostro de Joel tratando de limpiar la sangre que tenía en la frente, donde le habían dado un buen golpe. Él parecía estar absorto por completo de las palabras que yo trataba de decirle, como si el golpe hubiera sido más fuerte. Todo aquello me ponía muy triste, porque Joel no era una persona que se pusiera así. Estaba llorando como un niño, asustado como si le hubiera pasado algo horrible y no dejaba de temblar. No entendía qué había sucedido, pero claramente era importante.

Pasé un largo rato tratando de calmarlo, de decirle palabras lindas y lograr convencerlo de que lo mejor era hablar. Sin embargo de su boca no salían palabras y estuvimos juntos en la cama, sentados y moviéndonos suavemente mientras permanecíamos aferrados. Me sentía algo culpable por estar jugando con Tyler cuando al chico lo lastimaban de ese modo. No podía seguir jugando con los sentimientos de ambos, tenía que decidir qué era lo mejor. ¿Cuál era lo mejor para mi?

—No puedo decirte nada, Laura... —susurró él con angustia finalmente luego de un largo silencio. Sus palabras eran firmes y seguras, haciéndome temblar por lo triste que sonaban en su boca—. Si te lo digo puedo perderte... y no quiero perderte. Me muero sin ti —susurraba sin parar, angustiado y lleno de terror.

Siguió diciendo esas palabras hasta que se calmó y se quedó dormido. En mi cabeza solo hacían eco sin parar. Me muero sin tí, me muero sin tí, me muero sin tí.



Cerré la puerta de la habitación que compartía con Joel y al instante pude ver a lo lejos a Tyler levantando la cabeza cuando vio que estaba apareciendo. Estuve con el primero un largo rato tratando de calmarlo, preguntarle que pasaba y limpiar el desastre que había traído consigo. Poco había logrado conseguir como respuesta, supuse que tenía que ver con todo ese mundo en el que estaban metidos esos dos y nunca me querían contar. Me sentía perdida y muy confusa, como nunca en mi vida.

Una vez una amiga me había dicho que vivir en un triángulo amoroso era lo peor que le podía pasar a alguien. Era un momento confuso que todo influía y la comprendía finalmente. No sabía qué hacer y cuáles eran mis sentimientos reales por esos dos chicos. Estaba Joel y su amor eterno, nuestras promesas y momentos claves, pero del otro lado estaba Tyler con su manera de hacerme ver las estrellas de un modo que nunca antes había sentido. No sabía que quería y me daba pánico lanzarme al vacío. ¿Y si me quedaba sola? ¿Y si ninguno de los dos estaba preparado para eso? ¿Y si elegía al incorrecto? No podía tener a los dos por más que mis sueños mojados me dieran a entender que si podía.

—¿Cómo está? —me preguntó Tyler mientras yo me acercaba a la cocina y me servía un vaso de agua, tratando de no pensar tanto en lo sucedido. Sus ojos demostraban real preocupación y recordó que era su mejor amigo. Era normal que estuviera preocupado, a pesar de estar acostándose con su novia cuando estaba en la otra habitación.

—Histérico. No sé qué ha pasado, pero tienen que parar. No pueden seguir viviendo de este modo y trayendo los problemas a la casa, Tyler —le dije enfadada, porque no me gustaba estar viviendo ese tipo de situaciones en ese momento. Odiaba tener miedo de una banda de desconocidos, unos pandilleros que ni siquiera sabía qué función cumplían realmente en mi vida—. ¿Quién fue? Necesito saber quien fue y que vamos a estar seguros de ahora en más.

—No sé quién fue, Laura. ¿Crees que no le pregunté a los chicos sobre lo sucedido? No tenemos deudas, Joel no le debía a nadie... no tiene sentido que haya llegado así.

—¿Entonces qué sucedió?

Nos quedamos en silencio en la cocina, pensando en el posible culpable de la golpiza que se había comido Joel y que no parecía querer decirnos de qué se trataba. Yo estaba preocupada y cada vez más decidida sobre mi estadía en esa casa. Tenía que irme, me estaba volviendo loca quedándome en un lugar como ese. Mi relación se estaba volviendo tóxica de los dos lados y yo no podía seguir permitiendo que sucediera eso.

La sala caliente +18 [Editorial Scott #1.2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora