Era un domingo por la tarde, y estábamos acostados en el pasto de mi jardín, observando el cielo despejado. El aire era fresco, y todo parecía en calma, hasta que el celular de Laech comenzó a sonar. Al mirar la pantalla, vi la foto de una chica. Sentí una punzada de curiosidad, pero intenté no darle importancia.
—¿Qué pasa? —preguntó Laech con una voz impaciente mientras contestaba.
No pude evitar querer saber quién era, aunque me resistí a preguntar.
—No —suspiró, claramente molesto—. No me molestes. —Y colgó sin más.
Me mordí el labio. La curiosidad me carcomía por dentro, pero decidí dejarlo pasar. No tenía ganas de una discusión.
—¿Pedimos pizza? —preguntó, con una sonrisa que suavizó el ambiente.
Más tarde, estaba sentada en una banca, esperando a Amber. Ella me había citado para hablar, algo que ya me tenía inquieta.
—¡Issy! —sonrió cuando me vio acercarme.
—Hola —respondí, con algo de incomodidad. No éramos cercanas, y eso lo hacía aún más extraño.
—Estoy preocupada por ti —dijo de repente, con un tono serio.
Sentí un escalofrío. Era raro escuchar eso de ella, alguien que antes parecía odiarme. Era como si Melanie, de la nada, decidiera preocuparse por mí.
—En la fiesta... estabas muy mal. Drogada. Le dijiste cosas horribles a Dylan.
El aire pareció desaparecer de mis pulmones. ¿Por qué Laech no me había contado eso? Todo lo que él mencionó fue que yo pensaba que todos querían sacrificarme. No recordaba nada de lo que Amber decía.
—Amber, no recuerdo nada —admití, sintiéndome avergonzada.
—Te contaré lo importante —dijo, mirando de reojo su celular—. Cuando te despertaste, besaste a ese drogadicto, y Dylan trató de separarte. Le gritaste: "¡Déjame! Tú ya no eres nadie en mi vida. ¡Deja de molestarme! Ya no siento nada por ti, ¡entiéndelo!"
Sentí un nudo en el estómago. No podía creer que yo hubiera dicho algo así. Era imposible. No era lo que sentía realmente.
—¿Y él? —pregunté, con el corazón acelerado, temiendo la respuesta.
—Dylan te ignoró. Pero tú seguiste gritándole cosas. Él se levantó y se fue. Lo seguí... y, Issy, él estaba llorando.
Amber parecía impresionada, casi conmovida por lo que había presenciado.
—Amber, no lo recuerdo... pero tampoco siento lástima. Dylan siempre me deja. No está acostumbrado a una relación real, y nunca me ha querido de verdad. Solo soy un capricho para él.
Decirlo en voz alta dolió más de lo que esperaba. Era como admitir una verdad que había negado por tanto tiempo.
—Issy, no eres un capricho.
—Amber... Dylan no está preparado para una relación, al menos no para la nuestra —susurré, sintiendo un peso en mi pecho.
Amber bajó la mirada. Sabía que me tenía lástima, aunque trataba de ocultarlo.
En ese momento, Laech apareció con mi bolso al hombro.
—¿Nos vamos? —preguntó, lanzando una rápida mirada a Amber.
Ella lo fulminó con la mirada antes de volverse hacia mí.
—Aléjate de él —me susurró cuando Laech se adelantó unos pasos.
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El Fuck Boy (EDITANDO)
Romance-Pensé que teníamos algo-las lágrimas comenzaron a caer. -Pensaste?, enserio crees que yo me enamoraría de alguien y menos de ti solo quería acostarme contigo y lo logre. -Eres un idiota-digo con la voz entrecortada