Capítulo 26

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-¿Cómo? Pero, ¿qué diablos pasó? -exigió Hayes por una respuesta.

-Hable hace un rato con un policía, quien lo encontró herido.. dijo que había sido víctima de un asalto a mano armada... -estuve a punto de seguir, pero noté la salida del doctor de la habitación.- ¿Cómo está Matthew? ¿Qué sucedió? -pregunté con desespero. Él hombre me miró y dio un largo suspiro, él cual me hizo sentir que algo nada bueno se aproximaba.

-Matthew ha despertado. -dijo, sonriendo suavemente. Dejé salir el aire que ataba conteniendo, sintiéndome aún más aliviada.

-¿En serio? -cuestioné emocionada, el doctor asintió. Dí un pequeño saltito y abracé a Nash, quien estaba a mi lado.

-Entonces, ¿ya se encuentra mejor? ¿Podemos verlo? -preguntó Hayes, sonriendo suavemente.

-Claro, a él le gustará verlos. Sólo les rogaré que no lo alteren y eviten que se mueva lo menos posible. -ordenó, todos asentimos frenéticamente.

-Muchas gracias, doctor. -dije, él sonrió.

-Estoy para ayudar. -asintió.

Entramos a la habitación de Matt, haciendo el menor ruido posible. Mi respiración comenzó a agitarse con sólo verlo despierto, sabía que justo ahora lucía muy contenta. Matt llevó su mirada hasta nosotros, y una sonrisita se formó en sus labios. 

-¿Cómo te sientes? -preguntó Nash, acercándose junto a la camilla. Él sólo hizo una pequeña mueca y se encogió ligeramente de hombros, para después quejarse adolorido.

-Cuidado, te lastimaras. -le regañé. Me miró y pude notar que sonrió aún más amplio.

-______.. -susurró, su voz estaba ronca. Le sonreí suavemente.

-Me has asustado demasiado, Lee. -susurré, inclinandome a su lado.

-Lo sien.. -no pudo terminar, pues comenzó a toser.

-Shh, ya no importa. -curvee mis labios en una sonrisa. Tomó mi mano y la apretó suavemente.

-Uh, Hayes, creo que deberíamos dejarlos solos unos momentos. -comentó Nash en tono burlón. Sentí mis mejillas arder y bajé la cabeza apenada.

-Eres un bobo, Nash. -dije y reí nerviosamente.

-Ajá, si. -dijo Nash sarcásticamente, alzando ambas cejas y riendo.

-Bueno, ya. ¿Llamaste a los demás, Hayes? -lo miré y éste asintió.

-Vienen en camino. -dijo.

Volví a girarme hacia Matt, quien me observaba fijamente. Sentí mis mejillas arder aún más. Diablos.

Los chicos llegaron, todos aguardaban en la sala de espera, deseando ver a Matthew, pero era imposible, era un gran grupo de chicos y no podían permitirle el paso a todos.
Después de al menos quince minutos, la misma enfermera nos ordenó que saliéramos, para dejar a Matt descansar un poco. Me puse de pie y lo observé sonriendo suavemente.

-Estaremos afuera, no nos iremos. -susurré, me dí la vuelta para poder salir, pero tomó mi mano con más fuerza, impidiéndome.

-Quédate. -susurró con dificultad. Miró a la enfermera, que esperaba en la puerta a que saliera

-Alguien puede quedarse a cuidarlo por la noche. -dijo la mujer, asintiendo sonriente. Volví mi mirada a Matt, él hacía su típica carita de cachorro para convencerme. Rodé los ojos y asentí.

-Tú ganas, Espinosa. -dije, riendo.

La enfermera salió. Tomé uno de los sofás que estaban en los extremos de la habitación, arrastrandolo a un lado de la camilla. Me acomodé sobre éste y volví a tomar su mano con suavidad.

Waiting for this love » Matt EspinosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora