Mierda, mierda, mierda. ¡Me van a matar! Antes de responder la llamada, me tomé un gran respiro. Pulse el botón verde y coloqué el móvil en mi oído.
-¡¿_____?! ¿Estás bien? ¿Qué pasó? ¿En dónde demonios estás, enana? -preguntó Grayson con desespero.
-¡Estoy bien! Estoy en casa de Hayes. -respondí, mordí el interior de mi mejilla con nerviosismo.
-¿Por qué no avisaste? Mamá se volvió loca, estaba a punto de llamar a la policía. -comentó, rodeé los ojos.
-Sabes que mamá suele ser muy exagerada. -bufé por lo bajo.
-Como sea. Voy por ti en cinco minutos. -dijo Gray.
-¡No, no! Quiero quedarme un poco, por favor. -pedí.
-Está bien, te dejo sólo porque estás con Hayes. -resopló, sentí un gran alivio.
-Gracias, dile a mamá que estoy bien. -dije para después colgar.
Dejé caer el móvil junto a mí, no sin antes apagarlo, dando un pesado suspiro.
-No quiero que me vean así en casa, van a cuestionarme por todo. -me quejé, cubriendo mi rostro con ambas manos.
-Tranquila, quédate lo que necesites. Nash y yo te llevaremos a casa cuando estés lista. -ofreció Hayes. Yo sólo acepté y me incliné a él, a lo cual me abrazó. Quería tanto a este par de chicos.
-Gracias, chicos. -susurré, Nash sonrió y acarició mi espalda. Creo que aquí tenía un par de hermanos más.
Hayes me indicó que subiera a su habitación para que lavara mi rostro, pues éste estaba manchado con la máscara de pestañas bajo mis ojos. Lo hice sin decir nada.
Entre a la habitación de paredes azules, dirigiéndome directo a el baño. Me miré en el espejo y solté un bufido al notar lo mal que me veía. "Él no será nada más que tu mejor amigo" dije a mi reflejo, para después proseguir a lavar mi rostro con agua fría. Una vez limpio éste, até mi cabello en una coleta alta.
Salí de ahí, bajando las escaleras, una a una con demasiada paciencia. Ya en los últimos escalones, oí la voz de Nash.-No, bro, no la hemos visto. -dijo Nash, supongo que hablaba con alguien.- Si, yo te aviso cuando la vea.. Si, yo le diré. ¡Bien! Adiós. -terminó la llamada.
Entré a el living, atrayendo la mirada de Nash, quien me observó haciendo una mueca.
-Era Shawn. -dijo, yo dejé escapar un suspiro.
-Gracias por no decirle que estoy aquí. -dije, con una media sonrisa en mis labios.
Las palabra de Matt seguían rondando en mi cabeza, ¿cómo fue que no me dí cuenta? Ahora tengo que pagar las consecuencias de mis estupideces.
La noche entera me la pasé pensando en ello, o mejor dicho, en él. Realmente no tengo idea de cómo le haré para ir al colegio al siguiente día, no lo soportaré. Peor aún, ¿qué diré a Shawn por mi 'repentina desaparición'? Todo era un caos, ¡un lío!Saqué los libros que necesitaría de mi casillero. Me dí un pequeño vistazo en el espejito que había pegado en la puerta de éste, notando las horribles bolsas oscuras bajo mis ojos, ¡genial, _____!. Cerré el casillero, dejándome notar que a lo lejos venía Hayes, dirigiéndose hasta donde estaba. Traté de sonreír, pero sabía que no valía la pena tratar, pues él sabía lo que había sucedido.
-Hola, enana. -dijo sonriendo, tratando de subirme el animo.
-Hola.
-¿Cómo seguiste? -preguntó, yo sólo me encogí de hombros.
-Creo que bien. -dije sin expresión alguna.
-¿Segura? -cuestionó, y yo negué.
-No. -bajé la mirada.
-Oh, tranquila. Todo estará bien. -dijo y se acercó más para rodearme con sus brazos.
-Soy un caos. No dormí nada, no comí, ¡no puedo dejar de pensar en ello! -dije entre sollozos.
-Esto pasará, no te preocupes. Todo terminará como deba ser. -dijo, mientras yo me escondía en su pecho.
-Mi temor es que termine como yo no quiera. -susurré. Escuché el sonido que indicaba que la primera clase comenzaba, solté un bufido.
-¿Quieres saltar la primer clase? -cuestionó Hayes, abriendo un poco de espacio entre ambos.
-En realidad no quisiera entrar a ninguna. Pero acepto. -dije, encogiendome de hombros.
De alguna forma nos escabullimos de ahí, ya que si nos veían, nos reportarían.
Fuimos a la parte trasera de las aulas, donde nadie iba, normalmente se encontraba solo. Nos sentamos en alguna parte.-Carter llamó a Nash ayer. -dijo Hayes, haciendo que llevara mi mirada hasta él.
-¿Qué ha dicho? -pregunté, el de ojos azules tomó un gran suspiro.
-Dijo que Matthew fue a su casa. Que estaba devastado, triste. -comentó.
-Es mi culpa. -susurré, estaba a punto de romper en llanto.
-No creo eso. -dijo.
-Claro que lo es, si yo no hubiera.. -Hayes me interrumpió.
-¿Si no lo hubieras enamorado? _____ no tienes la culpa de que Matt se enamorara de ti, esas cosas pasan y no se pueden evitar de ninguna manera. -dijo Hayes, tenía razón.
-Lo sé, pero no puedo evitar sentirme así. -confesé.
-¿Que harás? -preguntó.
-Nada cambiará. -susurré, obteniendo una mirada desaprobadora de Hayes.
-_____.. -le interrumpí.
-¡No, Hayes! No romperé el corazón de Shawn. -dije levantando mi tono de voz.
-¿Y Matt? Recuerda que romperás su corazón también. -dijo, sentí todo venirse abajo, ¿cómo no pensé en eso? Dios, soy la persona más mala del mundo. De una u otra forma alguno quedará herido. Demonios.
-Creo que me largaré de aquí.
-Romperás ambos corazones. -dijo, ¿siempre tendría la razón?
-¡Pues dime qué hacer! -grité entre sollozos.
-¡Sólo quédate con quién tú realmente ames! -sugirió de una manera obvia, haciendo énfasis en la palabra "realmente".
Eso me dejó pensando bastante, tal vez sabía la respuesta, pero aún así no sabía quién era por el que me decidiría.
Shawn es tan lindo, caballeroso, tierno, dulce, ¡simplemente perfecto!
Pero por otro lado, Matt es divertido, tierno, dulce, terco, él me hacía sentir cosas extrañas y nuevas para mí.
¿En qué momento llegué hasta éste punto, dios?-----------------------------------
¡Fin del maratón! ❤ gracias por leer, las amo musho :'(( ❤
Lo más probable es que mañana suba otro capítulo. También puede que pronto haga otro maratón, ya saben, son vacaciones y yo no saldré así que seguiré la novela más rápido :)
Comenten qué les pareció el maratón✨
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Waiting for this love » Matt Espinosa
Fanfic_________ Dolan nace y crece en San Antonio, Texas junto a su madre y hermanos, que, por cierto, son gemelos. Sus nombres: Ethan y Grayson. A la corta edad de quince años (y sus hermanos dieciséis) su madre decide mudarse a California, por la típic...