Todo se vino abajo, el sentimiento de culpabilidad y la tristeza me invadieron.
Me dejé caer lentamente hasta quedar de nuevo en el suelo, abrazada a mis rodillas y llorando sin control.
¿Por qué le tenía que suceder algo así a él? Todo fue mi culpa, completamente mi culpa. Si yo le hubiera impedido irse, o si no le hubiese confesado todo, él estaría perfectamente bien, sin tener que estar conectado a todas esas maquinas. Él estaría despierto justo ahora.Mi móvil sonó, sacándome de mis pensamientos. Atendí sin siquiera saber de quién se trataba.
-¿Hola? -dije, mordisqueando mi labio inferior.
-Hola, linda. -escuché la voz de Matthew del otro lado de la línea. Diablos, de seguro él tampoco estaba enterado de esto.- ¿Qué haces? -preguntó.
-Ah, no mucho realmente. -dije, haciendo una mueca.
-¿Estás bien? Suenas..extraña. -dijo él. Sentí mi corazón hundirse, sería yo la que le diera la terrible noticia.
-No del todo. -susurré, tratando de tranquilizarme.- Matt..sucedió algo terrible. -confesé, sollozando por lo bajo.
-¿Qué? ¿Tú estás bien? ¿Qué sucedió? Dime dónde estás.. -le interrumpí antes de que dijese algo más.
-Estoy bien.. A mi no me ha sucedido nada.
-¿Entonces? ¿Qué sucede? Me estás preocupando. -dijo con desesperación.
-Shawn está muy grave, está en el hospital..inconsciente. -dije, mi voz no sonaba muy bien.
-Oh por dios. -oí en un susurro proveniente de Matt.
-Quiero que te quedes en casa, aún no puedes salir. Yo te avisaré cómo está o qué ha sucedido, ¿bien? -pedí, sonando más como una orden.
-No puedo, ______. Tengo que ir. -dijo él, pero no podía permitirle venir, aún no estaba completamente bien.
-¡No! Quédate en casa, por favor. Hazlo por mi, ¿si? -rogué. Oí un pesado suspiro, obviamente deseaba estar aquí, Shawn es un gran amigo para él.
-Bien. -resopló.- Llámame cuando sepas algo más, ¿bien?.
-Si. Adiós. -dije, colgando antes de que dijese algo más, no tenía ánimos de hablar, no ahora.
Me puse de pie, acercándome a la ventada en la cual se podía ver hacia adentro, percatándome que se encontraba abierta. ¿Cuándo fue que la abrieron? No me di cuenta. No importa.
Fui hasta ella y observé hacia adentro, logrando verlo.
Su rostro estaba lleno de heridas y moretones, su cabeza llevaba una venda rodeándola, y sus ojos estaban cerrados.Sentí alguien llegar a mi lado, colocando su mano en mi hombro. Llevé mi mirada hacia aquella persona, era Hayes, me observaba con tristeza, sus ojos estaban ligeramente rojos, seguro había llorado. No lo pude evitar y me avalancé sobre él, abrazándolo. Él me rodeó con sus brazos, acariciando mi espalda, mientras yo escondí mi rostro en su pecho, sollozando.
-Él va a estar bien. -susurró.
-¿Por qué no despierta? -pregunté entre sollozos.
-Lo hará, es muy fuerte, luchará por su vida. Te lo aseguro. -dijo, abriendo un poco de espacio entre ambos para poder vernos a la cara. Pasó sus pulgares por mis mejillas, limpiando las lagrimas y dedicándome una reconfortante sonrisa, tratando de ocultar la tristeza.
-Hayes, ______.. -nos llamó alguien detrás de nosotros. Llevé mi mirada a aquella persona, era Carter.- Vengan. -pidió.
Miré a Hayes, él tomó mi mano y caminamos con Carter, volviendo a la sala de espera, donde todos estaban.
Al atravesar esta, noté que el doctor charlaba con la señora Mendes. Corrí hasta ellos, desesperada por saber algo.-Señora Mendes..
-______, cariño el doctor dice que por fin podremos pasar a verlo. Pero solamente dos personas.. -dijo, tomando mis manos.- Los chicos han decidido darte la oportunidad de pasar conmigo. -dijo, tratando de sonreír. Dios, estos chicos son los mejores. Los miré, gesticulando un "se los agradezco", a lo cual ellos me sonrieron.
-Vengan conmigo. -pidió el doctor, dirigiéndose hasta la habitación de Shawn.
Estaba tan nerviosa y ansiosa por entrar, sé que ya lo había visto, pero pasar y estar junto a él era diferente.
Jugaba con mis dedos, sintiendo mi respiración agitarse.
El doctor nos dio un par de indicaciones, para después abrirnos la puerta y dejarnos pasar.
La señora Mendes rompió en llanto con sólo entrar. ¿Cómo no hacerlo? Ver a su hijo sobre aquella camilla, profundamente dormido y conectado a distintas maquinas debió ser impactante para ella.
Me acerqué a ella, abrazándola..rompiendo en llanto también.Caminé hasta donde él estaba, arrodillándome a su lado. Daría todo para que sus ojos estuviesen abiertos ahora, observándome con aquella sonrisa que demostraba su fortaleza y positivismo. Pero no podía hacer nada, y eso me hacía sentir demasiada impotencia.
Tomé su mano con suavidad, sintiendo las lágrimas caer por mis mejillas.-Perdóname. -dije, acabando con el silencio en el lugar.- No estaba en mis planes lastimarte. -susurré, llevando mis manos a mi rostro y sollozando contra ellas.
La señora Mendes colocó su mano en mi hombro, tratando de tranquilizarme. Agradecía el apoyo que ella me daba, aún sabiendo que había roto el corazón de su hijo, ella estaba aquí para mi y yo para ella.
Era tan afortunada de tener tantas personas tan maravillosas a mi alrededor. Desde que llegué a California mi vida cambió para bien.Me puse de pie, junto a la madre de Shawn, quien rodeó mis hombros, abrazándome.
-Él va a estar bien, cariño. Es un chico con demasiada vida, muy fuerte. -dijo, con su mirada fija a su hijo.
-Al igual que su madre. -susurré, secando mis lagrimas con el dorso de mi mano. La señora Mendes sonrió con suavidad. Realmente era una mujer fuerte, la admiraba mucho.
Habían pasado al menos diez minutos, los que nos permitían estar aquí dentro. Afortunadamente el doctor le dio la oportunidad a la señora Mendes de quedarse con su hijo, pero yo tenía que salir. Antes de hacerlo me acerqué a Shawn, besando con delicadeza su frente.
Volví a la sala de estar. Los chicos al verme se pusieron de pie, yendo hasta mi.-¿Cómo está? -preguntó Nash.
-¿Qué te han dicho? -preguntó Johnson.
-¿Se encuentra bien? -preguntó Taylor.
-Bueno, no me han dicho nada. Pero aún no despierta. -anuncié, bajando la mirada.
-______.. -oí a alguien llamarme, me giré para percatarme de quién era.
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Waiting for this love » Matt Espinosa
Fanfiction_________ Dolan nace y crece en San Antonio, Texas junto a su madre y hermanos, que, por cierto, son gemelos. Sus nombres: Ethan y Grayson. A la corta edad de quince años (y sus hermanos dieciséis) su madre decide mudarse a California, por la típic...