Waiting for this love » Matt Espinosa

Capítulo 38

RECOMIENDO LEER ESTE CAPÍTULO ESCUCHANDO ALGUNA CANCIÓN TRANQUILA Y/O TRISTE😔😌 jskajskajs💕
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Después de aquello, a la habitación ingresaron un par de enfermeras, que comenzaron a atender las indicaciones del doctor. Una de ellas fue sacarme de la habitación, a lo cual me negué rotundamente. No lo haría, debía quedarme, ¡necesitaba quedarme!.
A empujones lograron sacarme, cerrando la puerta frente a mi.

-¡Shawn! -grité, golpeando la puerta con mi mano hecha puño.

Esto no estaba pasando, no, no, no.

Fui hasta la ventana, la que poco después fue cerrada, para impedirme la vista hacia adentro. "Afortunadamente" se podía ver un poco entre la blanca cortina. Logré ver cómo trataban de volver a la vida a Shawn con esa maquina, que realmente no tengo idea de cual es su nombre, sinceramente no importa ahora. Él no respondía, simplemente estaba ahí, postrado en la cama, sin vida alguna. El peor momento de toda mi vida, sintiéndome tan inútil por no poder ayudar o hacer algo.
Golpee con suavidad el cristal de la ventana, esperando respuesta de parte de adentro, pero sólo era ignorada.

-Shawn, no. -dije entre sonoros sollozos, mientras seguía golpeando el cristal con más suavidad. Podía sentir como poco a poco perdía las fuerzas que me quedaban, mientras todo me daba vueltas.

-¿______? -oí del otro lado del lugar, atrayendo mi atención. Era Matt, acompañado de todos los chicos. Seguro habían oído mis gritos.

-Matt.. -susurré, mientras corría a él, quien me recibió con sus brazos abiertos, rodeándome con ellos.

-¿Qué pasó? -preguntó preocupado, mientras los demás me observaban con atención.

-No reacciona. -sollocé.

-Pero..¿cómo? -cuestionó, tropezando con las palabras al hablar.

Subí mi mirada de nuevo y pude notar los ojos de Matt humedecerse, observando fijamente la puerta de la habitación, al igual que los chicos, sus rostros denotaban demasiadas emociones juntas.

-Matt, tenemos que entrar.. -susurré, sintiéndome tan rota por dentro.- Tengo que ver a Shawn. Ver que está bien.. -dije, mientras mi respiración se agitaba. Matt, al verme tan mal, no tuvo palabras, sólo me abrazó tan fuerte como pudo, escondiendo su rostro en mi cuello.

-Doctor. -oí a todos decir casi al unísono, caminando hasta aquel hombre. Me separé de Matthew casi dandole un empujón y girándome hacia donde se encontraban.

-Lo siento tanto, hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance. -lamentó el doctor, bajando la mirada y dando un hondo suspiro. Sentí una horrible corriente recorrerme completamente al oír aquello. Mis piernas comenzaron a temblar, sintiendo que pronto me desvanecería.

-¡Shawn! -grité, buscando llamarlo y omitiendo de mis pensamientos lo que recién había escuchado. Empujé suavemente a Matt, alejándolo de mi y corriendo a la habitación.

-¡_______! -oí la voz de Grayson llamándome, pero le ignoré.

Entré lanzando la puerta, llevando mi mirada directamente a Shawn. Cerré la puerta detrás de mi. Él no estaba muerto, no podía, él tenía que quedarse, luchar hasta lograr salir de esta. Fui hasta la camilla a pasos rápidos, arrodillándome junto a él.
Comencé a moverlo con suavidad, no quería lastimarlo, claro, sus heridas debían dolerle demasiado, ¿no?
«Está vivo, él no murió. El estúpido doctor se equivocó.» oí una voz en mi interior, asegurándomelo.

-Shawn, despierta. -le susurré, mientras movía su brazo con delicadeza.- Por favor, no trates de jugar conmigo, no me asustes, Mendes. -dije, riendo sin humor alguno.- ¡Maldita sea, Shawn! ¡Despierta! -grité con mi mayor fuerza, sintiendo mi garganta doler. Oí fuertes golpes en la puerta, uno tras otro, tras otro.

-¡_______, abre! -oía la voz de Ethan, mientras golpeaba la puerta.

-¡Shh! Despertarán a Shawn. -dije, asegurándome que se encontraba dormido. Algo dentro de mi se negaba rotundamente y sin vuelta atrás a su muerte, eso era imposible.

-Hermana, por favor. -pidió esta vez Grayson. Negué, pasando bruscamente mis manos por mis mejillas, secando mis lágrimas.

-¡No! -grité, negando con la cabeza frenéticamente. Me volví a Shawn, sintiendo las lágrimas rodar por mis mejillas.- Tranquilo, Shawn. Todo estará bien. -le susurré, llevando mi mano a su rostro para acariciarlo con delicadeza y suavidad, mientas sus ojos estaban cerrados, y su pecho no subía ni bajaba más, no respiraba..

Logré oír los intentos de abrir la puerta, empujándola y golpeándola, hasta que pararon. Perfecto, me dejarían aquí con él.
Me sobresalté cuando escuché una llave siendo introducida en la perilla, posteriormente siendo abierta. Ethan y Grayson entraron corriendo, acercándose a mi. Me negué a salir, no lo haría. Ambos me tomaron por los brazos, buscando alejarme pero yo simplemente trataba de forcejear y librarme de su agarre.

-¡Suéltenme! -grité, jalando mi brazo.- Por favor. -pedí, entre sollozos.

Obviamente ellos ignoraron mis suplicas, alejándome de Shawn. Pero no dejaba de forcejear, moviéndome con fuerza, pero era inútil.
Sentí alguien tomar mi cintura, atrayéndome en un abrazo. Era Matt, por supuesto. Me aferré a él como si dependiera de ello, sollozando desconsoladamente sobre su pecho.
Un par de fuertes punzadas atacaron mi cabeza, haciéndola doler a horrores, mientras todo comenzaba a darme vueltas con más fuerza.

-Está muerto, Matt. -sollocé sonoramente.

Después de aquello no recuerdo más. Todo se volvió negro, mientras perdía el equilibrio y mis pocas fuerzas.

Comencé a abrir mis ojos con lentitud, haciéndolos doler por la luz en el lugar. Traté de levantar un poco mi cabeza, en busca de observar mi alrededor que no me parecía familiar, pero esta dolió tan fuerte. Oí la puerta abriéndose, pero sólo cerraba mis ojos por el intenso dolor.

-¿_______? -aquella voz era irreconocible.

-¿Shawn? -me levanté de golpe, esperando verlo ahí y así fue. Por alguna extraña razón, vestía completamente de blanco. El castaño me sonrió con su típica ternura.

-Aquí estoy, y siempre estaré para ti. Lo juro. -dijo, sentándose junto a mi en la camilla que reposaba.

-¿Por qué dices eso? -cuestioné, frunciendo el ceño.

-Te quiero demasiado, no lo olvides, ¿lo prometes?. -preguntó, sin borrar su linda sonrisa. Asentí.

-Jamás. -susurré, sintiéndome tan tranquila.

Él sólo me dedicó una última sonrisa, para después ponerse de pie y caminar lejos de mi, sin decir algo más.

-¿Shawn? Shawn, no te vayas. Espera. -pedí, sintiendo como aquella tranquilidad la perdía poco a poco, y la luz de la habitación se iba, oscureciéndose.- ¡Shawn! -grité, tratando de levantarme e ir hasta él pero por alguna razón me fue imposible hacerlo.