Henry Mckruber (cap.II)

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Martes 15 de Mayo, 7:44 am, suena la alarma por décima vez y Henry Mckruber, último hijo de los señores Mckruber hace caso omiso de aquel molesto sonido.
8:05 am y Henry Mckruber hace el intento por levantarse, abre sus ojos con gran dificultad y...

-¡Son las 8:05!-dijo Henry levantándose de un brinco.
Se puso la misma ropa del día anterior y se dirigió al baño, se lavo la cara y se mojo el cabello, corrió a la puerta tomo su delgada mochila y bajo corriendo las escaleras.

-Henry-dijo su mama, la señora Mckruber, que se encontraba sentada en el sillón un poco enojada-te llame más de 10 veces y sin embargo no bajaste, tu padre ya se fue y solo llevo a tu hermana a la escuela. Creo que deberías irte en el autobús.

Su mamá le dio una moneda y lo despidió.
Henry corrió a la parada del autobús, sacó su celular y empezó a checar continuamente la hora. Pasaron 10 minutos 8:25 am y Henry seguía esperando.

-Si no me voy ahora, no me dejaran entrar-dijo Henry mientras se hecho a correr.

8:45 am y Henry se encuentra en la entrada de la escuela, con valentía se decide a pasar y el portero, conociendo los retardos de Henry, le permite el paso.
Llega al salón y en eso...
-Henry ¡a la oficina del director!-exclama la maestra molesta.
Al entrar a la oficina el director ni siquiera le dirigió la palabra solo le entregó un reporte de salida que le señalaba su castigo "Limpieza del puerto, causa: constantes retardos"
Era solo cuestión de dárselo al portero para que lo dejara salir pero...no tenía dinero.

-Hola Frank-dijo en un tono "amigable" Henry al portero- tengo este reporte de salida, iré a limpiar el puerto, que como sabrás esta lejos de aquí y necesito tomar el autobús...no tendrás de casualidad 4 monedas que me puedas brindar prometo pagártelas.
No le encanto la idea al portero pero dijo:
-Bueno...haremos un trato, tu gorra por las 4 monedas hasta que me las traigas de vuelta.

-Señor, pero la necesito, en el puerto hace demasiado sol- dijo Henry un poco preocupado.

-Bueno, me apiado de ti, confío en tu palabra pequeño hombrecito-dijo el portero con seriedad hacia Henry.

-Gracias señor, gracias-dijo Henry mientras recibía las monedas.
Salió de la escuela tomo el autobús y se dirigió hacia el puerto.

Buongiorno ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora