La boda fue tan hermosa como ambos lo esperaban, pero eso no era lo mas importante, era solo el comienzo de el nuevo camino que con los brazos abiertos los esperaba.
-Mira mi amor, como corre- dijo Olivia a Henry.
Ya había pasado tiempo, la niña tenía más de 1 año, ya habían pasado 6 meses desde la boda de sus padres, habían comprado una enorme casa con mucho jardín para que su pequeña corriera. En pocas palabras era una familia feliz.
-Siempre luchara por sus sueños ¿no amor? Ella no será alguien que se rinde fácil- dijo Henry mirando tiernamente a su retoño.
-Claro que no mi amor sabes que siempre luchará- dijo Olivia tomando a la niña-, y siempre estaremos apoyándote mi amor.
Pasaron alrededor de 2 años, la niña creció fuerte y sana en el núcleo de su unida familia, nació su hermano Harry.
Aun con Harry formando parte del hogar sus padres jamás descuidaron a Marie, que por cierto amaba eternamente a su hermoso hermanito.
Bueno, pasaron otros 2 años y nació Camila y Catalina dos hermosas gemelas. La familia estaba completa, al paso de los años las tradiciones familiares seguían siendo nuevas para todos.
13 de enero del año nuevo, 11:50 am, sábado, era un día cálido.
-Mi amor esta lista la canasta de picnic- dijo Henry tomando en su mano la costosa canasta.
Henry había sido el heredero de las trattorias de su tío, después de que el decidiera retirarse a descansar. La familia Mckruber tenía una gran casa en la 5ta avenida más famosa de Italia, un auto lo suficientemente grande para que su familia se transportará cómoda en él. Marie ya tenía 5 años, Harry tenía 3 y por último las gemelas de 1 año.
-Ya vamos,- dijo Olivia dirigiéndose hacia Henry- queridas ¿están listas?
Bajo las escaleras con cuidado, observando los pequeños pasos de sus hijas. Rápidamente las subió al auto, era sábado entonces era clásico ir al puerto a un picnic cerca del mar.
Se estarán preguntando que si estoy hablando del mismo puerto donde se podría decir que Marie nació... Si es el mismo lugar del que estoy hablando, pero claro que ahora ya era seguro.
Subieron al carro y de repente...
-Por favor deténgase- dijo el tránsito aproximándose al auto- debo ver a sus hijos.
Bajaron del auto, como siempre la Sra Mckruber llevaba a la mano los papeles de los niños ya que desde hace un tiempo se estaba presentando la situación de que el gobierno checaba la autenticidad de los niños para evitar robos.
-¿Que pasa oficial?- dijo Henry tomando de la mano a sus 2 primeros hijos mientras que Olivia tomaba a las gemelas- ¿Hay algo malo?
-Solo es una inspección- dijo el oficial sacando una libretita como para notas-, solo debo ver los papeles de los niños ¿Hay algún problema?
-Claro que no oficial, aquí están- dijo Henry entregando los papeles ordenados al oficial.
Los reviso claramente y observo detenidamente a Marie. Henry agarro a su hija y se interpuso entre ella y el oficial.
-Disculpe, ¿Hay algún problema?- dijo Henry muy serio- creo que solo debía observar de esa manera los papeles ¿no?
-Lo siento Sr Mckruber- dijo el oficial alejándose.
-Entonces...¿Todo esta bien oficial?- dijo Olivia abrazando a sus hijos
-Claro, no pasa nada- dijo el oficial guardando la libreta en su bolso, del cual salió un pequeño papel doblado como en mil partes.- Hasta luego, tengan buen día.
-Igualmente- dijeron los sres Mckruber.
Todos comenzaron a subir al auto, pero Henry espero y recogió el papel, lo desdoblo en un dos por tres y comenzó a leerlo:
26 de Agosto de hace 5 años
--Se busca--
(Foto de una bebe)
Fue dejada en el puerto Hatz después del último avistamiento de un barco de desviación. Estaba en una canasta Ritz con una manta blanca y un moño rosa, tiene en la muñeca una pulsera de oro que decía en manuscrita Marie más su fecha de nacimiento.
-Si la encuentran llamen al sig tel (556 741 29)- Por favor entréguenla, estará mejor con su familia.
Se puso pálido, guardo el papel y subió al auto. No hablo en todo el camino, se desvió del puerto.
-Papi, ¿No vamos a ir al puerto?- dijo Marie.
-No- dijo seriamente Henry sin despegar las manos del volante-, mejor iremos al parque.
Su viaje siguió hasta que se detuvo en el parque; bajaron la canasta, los juguetes, los niños, la carreola, etc.
-Mi amor- menciono Olivia deteniendo a Henry- ¿Que esta pasando? ¿Por qué te desvías así del puerto?
-Me pasa esto- dijo Henry entregándole el papel a Olivia- no la voy a dejar, es una promesa. (Henry comenzó a llorar)
-La vamos a proteger, jamás la vamos a dejar, es nuestra hija- menciono Olivia tratando de tranquilizar a su marido.
Se fueron, el picnic se vio un tanto rápido y aburrido, Henry no dejaba de pensar en aquel anuncio y lo que la familia de la niña estaría haciendo ahora... En quienes eran...
Pasaron los días y Henry no dormía, imaginaba su vida sin su hija, lo mucho que talvez sus padres la extrañaban o la posibilidad de que llegaran a quitársela.
Talvez estoy contando esto muy rápido, lo sé pero como dicen debo ir al punto culminante, no solo contar cosas cotidianas.
1:00 am y la mente de Henry sigue divagando:
-No me la pueden quitar es mi hija
-Pero si hacen la prueba de ADN
-Tengo pruebas de que desde bebe esta a mi cargo
La verdad no era la única vez que Henry no podía dormir, eso comenzó desde que encontraron un barco de desviación en una isla, del cual decían que alrededor del 10% de niños encontrados y/o registrados en ese año eran hijos de personas raptadas en aquel navío.
-Henry, no es necesario preocuparse.- dijo Olivia- El que nada debe nada teme.
-Lo sé pero ella es mi hija y no pienso vivir sin ella- añadió desconsoladamente Henry.
-¿Quieres irte de aquí?- dijo Olivia a Henry.
-¿A dónde?- preguntó Henry.
-Lejos muy lejos- dijo Olivia tomando las dos manos de Henry abriendo la ventana que daba al patio.
El día siguiente la familia salió de su casa, rumbo al viaje de nunca jamás.
-Ciao Italia, Ciao- Últimas palabras de Marie en Italia.
