69.

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Narrador protagonista

Alrededor de una hora paso desde que estoy aquí dentro, no e querido salir y encarar a los demás o siendo mas especifica a mis amigos y hermano. Solo quisiera dejar el tema atrás y que no hagan preguntas pero vamos eso es imposible, se que querrán saber que me ocurre y como estoy; después de todo se preocupan por mi, pero estoy bien, en serio. No es necesario hacer un drama por esto.

Y otra cosa menos importante, para esto seguro lo que paso ya se sabe en todo el maldito castillo. Pensé mientras me mordía el labio viendo hacia el alto techo de esta gran habitación. No es importante, en el peor de los casos deberé lidiar con algún idiota que busca atención.

— Muy bien. — Me levante y seguido a esto me estire completamente mientras sentía como la tensión salía de mi cuerpo.

— No puedo ocultarme aquí por siempre. —

Salí de la sala de menesteres y en cuanto estuve fuera la gran puerta que se había cerrado tras de mi desapareció a los pocos segundos. Observe el lugar donde antes se encontraba un segundo antes de darme la vuelta y seguir mi camino aun que en realidad no sabia bien exactamente a donde iría. ¿A la sala común? ¿Al comedor? ¿A buscar a los demás? O a encontrar un lugar para encenderme nuevamente. Esa ultima era tentadora pero como dije antes no puedo ocultarme por siempre.

Así que camine aparentemente sin rumbo por el castillo, no tarde mucho en llegar a lugares mas poblados de alumnos hablando, riendo entre ellos, etc. Debo admitir que el hecho de que nadie se me quede mirando es una buena señal, lo que ocurrió no se a divagado o al menos no aun pero bueno eso me mantiene tranquila.

Al seguir caminando respire aliviada y una pequeña sonrisa se formo en mis labios la cual se borraría en cuestión de segundos.

— ¡Ah! — Un pequeño chillido salió de mi al tambalearme y casi caer por lo que parecía haber sido un hechizo mas lanzado.

Voltee sin tardar con el ceño fruncido a donde había provenido el hechizo y ahí vi al responsable, aparentemente mayor que yo con uniforme de la casa hufflepuff.

— ¿Que diablos te ocurre? — Enfadada me acerque a donde este se encontraba, no estaba solo, habían otros tres chicos con el a los cuales no les preste mucha atención.

— N-No, yo no quería que eso pasara, fue un accidente en serio. Mi hechizo raboto sin querer y tu estabas ahí.

— Ah, entiendo. Entonces dices que fue mi culpa por estar ahí. — Mis palabras llenas de sarcasmo salieron automáticamente de mi boca.

— No, yo no dije eso es solo que-

— Es solo que es obvio que no sabes lanzar un simple hechizo.

— Lo siento en serio.

— Lo sientes, que lindo. Mas lo lamentaras cuando mi padre se entere de esto.

Cuando estaba cara a cara con el chico tembloroso un brazo se interpuso entre nosotros, no voltee a ver a su dueño si no hasta que su voz capto mi atención.

— Oye tranquila en serio, no lo culpes de esto a el. En todo caso es culpa mía, yo le estaba enseñando el hechizo.

Levante mi mirada hacia aquel otro chico y molesta lo mire de arriba abajo, era castaño de ojos grises, mas alto que yo y también portaba el uniforme de la casa hufflepuff.

— ¿Así? — Pregunte con incredulidad para después sonreír con malicia. — ¿Y que hechizo se supone que le estabas enseñando?

— Expelliarmus. — Respondió con el ceño fruncido, yo no le inspiraba confianza al parecer.

The Malfoy TwinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora