The Malfoy Twins

64.

Narrador protagonista

— Fred... Tu también me gustas.

Respondí tartamudeando y con pesar a su declaración tan repentina. Sentía mi corazón latiendo tan fuerte que dolía, me dolía, estaba nerviosa y asustada.

— ¿En serio? — Respondió con brillo en sus ojos, uno que pronto desapareció al ver mi mirada triste.

— Pero, ¿si es así porque pareces triste?

— ¡Porque esto no está bien! — Levante la voz en un ataque de una mezcla de emociones que me volvían loca.

— Y-Yo no debería ni siquiera estar hablando contigo, pero no, me hice su amiga a escondidas de mis padres y de mi hermano. — Recalque a Draco en mis palabras.

— He cometido tantos errores que, si mi padre lo supiera seguramente ya ni me miraría a los ojos nunca más, por merlín.

Me faltaba el aire, hablaba rápido y podía oír mis latidos retumbar en mis oídos.

Mis mejillas ardían y mis ojos comenzaban a humedecerse, sentía que no podía mas.

El se acerco y coloco sus manos en mis mejillas haciéndome que lo mirara.

— Amethyst, todo estará bien. No tienes por qué pensar en ellos ahora, piensa en lo que tú quieres nada más.

— Para ti eso es sencillo... Tu familia no es como la mía, ellos no te enseñaron nada de lo que a mí.

— No, tienes razón mi educación no es como la tuya, ellos me enseñaron lo que verdaderamente está bien y no lo que quieren que sea como tu padre hizo contigo.

— ¿Perdona? — Fruncí el ceño y di un paso atrás.

— Lo que dije, tu padre el solo ve por si mismo y por lo que el cree, no se para a pensar que tal vez él no esté en lo correcto. — Me miro extrañado por mi reacción y respondió tranquilamente.

— Él no es así Fred, él no es un egoísta como tú lo estas describiendo, él es un buen padre ve por mí y por Draco y nos enseñó lo mejor que se pueda saber.

— Así, ¿cómo qué? Que las sangres sucias no merecen el mínimo respeto al igual que los muggles.

Mordí mi labio inferior antes de contestar.

— S-Si, aunque tú lo veas como algo malo es lo mejor que pudo habernos enseñado y me arrepiento de no haberle hecho caso en un principio.

Rio sarcásticamente.

— Solo escúchate, haces lo mismo que él, te aferras a lo que crees sin siquiera conocerlos.

Los conocí bastante ya... Baje mi mano hasta mi abdomen y la deje ahí, recordando los tantos golpes que recibí aquella noche.

— Y no solo eso.

Su voz me saco de mis dolorosos recuerdos.

— Te acabo de confesar mis sentimientos por ti y no dices nada, solo piensas en ti misma y te encierras en tu duro caparazón en el que te escondes.

— Eso no es cierto. — Titubee al hablar mientras sentía como en mi interior algo se rompía.

— Claro que lo es, lo estás haciendo ahora mismo, no te permites sentir nada y mucho menos demostrarlo. Y cuando por fin sientes algo lo conviertes en algo malo, dime qué clase de persona hace eso.

No sabía que decirle así que pronto el silencio reino entre nosotros mientras el me miraba y yo luchaba por no llorar frente a él o siquiera demostrarle que me había herido, no lo haría, no le daré la satisfacción... Dije que a nadie más se la daría y tú no serás la excepción Fred Weasley.