2.

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Los tres Malfoy ya estaban en el callejón caminando entre la gente, el callejón diagon se veía muy animado, personas comprando y niños viendo por las vitrinas de las tiendas. Los mellizos iban detrás de su padre mientras este los llevaba hacia la tienda de Madame Malkin, Amethyst miraba las tiendas mientras caminaba y presto atención en una especial que era la de animales mágicos, se quedó mirando a algunas de las criaturas que estaban ahí dentro de sus respectivas jaulas, a ella le hacia ilusión tener una mascota desde hace algún tiempo y esperaba que le dieran una ese día.

Llegaron a la tienda de Madam Malkin y entraron, ya estando adentro Lucius miro a sus hijos y hablo.

Ustedes se quedarán aquí y se tomarán las medidas para sus túnicas, iré por sus libros. Quédense aquí luego volveré por ambos e iremos por sus varitas. - Dijo mirando a sus hijos con su típica mirada seria.

— Si padre. — Dijeron los mellizos al mismo tiempo.

Su padre se dio la vuelta y salió del lugar, Draco y Amethyst esperaban a que la señora Malkin les llamara para tomar sus medidas.

— Me estoy aburriendo, cuanto más tardara esa mujer. — Dijo Draco cruzándose de brazos parado al lado de su hermana.

— No seas desesperado ya vendrá. — Le respondió mientras miraba hacia afuera viendo a las personas pasar.

— Hm, ¿Que tanto miras? — Dirigió su mirada hacia donde veía su hermana, cerca de ahí se encontraba la tienda de animales mágicos y ella solo miraba hacia ahí.

— Nada importante. — Dijo ella sin mirarlo.

— En serio, ¿Quieres una bestia pulgosa? — Frunció el ceño mientras veía a los mismos animales que su hermana.

— Si por qué no, si ya te tengo a ti por que no dos. — Soltó una pequeña risita, volteo a ver a Draco quien tenía el ceño fruncido.

— Ya calma, es una broma - Dijo riéndose de la expresión que tenía su hermano, acaricio el cabello de su hermano que estaba peinado hacia atrás.


— Aunque tenga una de esas bestias tu eres mi bestia favorita.

— Entonces ve y cómprate esa asquerosa bestia, veamos si es tan buena como yo.

Draco le quito la mano y le dio la espalda.

Amethyst se echó a reír más que antes mientras veía como su hermano dramatizaba lo que decía. Después de unos minutos de que ellos siguieran hablando madam Malkin apareció y le pidió Amethyst que subiera sobre un pequeño taburete, obedeció y subió mientras ella comenzaba a medirla. Después de un rato Malkin termino con ella y siguió el turno de Draco. Draco ya estaba sobre el mismo mueble del que había estado su hermana cuando ella se le acerco.

— Voy a dar una vuelta por el callejón no tardo, regresare antes de que papa venga. —Draco la miro algo inseguro, si su padre llegaba antes que ella muy probablemente la regañaría por haber desobedecido lo que dijo él.

— No vayas a perderte y regresa rápido. — Dijo aun mirando de la misma forma a su hermana mientras la señora Malkin lo media a él.

Amethyst asintió y se encamino afuera de la tienda, ella camino entre la gente mirando los aparadores. Camino por un rato sin darse cuenta que ahora si ya se había alejado lo suficiente como para no saber cómo regresar.

Miro por todos lados, pensaba que con algo de suerte se encontraría con su padre pero no fue así.
Por otro lado no muy alejado de ella estaba un pelirrojo que miraba algunos de los artículos por la vitrina de la tienda donde vendían artículos de quidditch, ese era George Weasley quien también se había separado de su familia por quedarse mirando aquella tienda pero a diferencia de Amethyst el sí sabía dónde encontrar a su familia.
Amethyst caminaba entre la gente a veces siendo empujada por los mismos que iban muy rápido o simplemente no les importaba la presencia del resto, un hombre paso al lado de ella el cual iba muy rápido y empujo a la niña junto con el resto de personas que se interponían en su camino, la niña se golpeó contra la espalda de un niño pelirrojo que cayó al suelo por el golpe de esta.

The Malfoy TwinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora