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Jungkook camino hacia la salida de la escuela mientras comía un pastelillos de fresa que le regaló Hoseok, se llevaba miradas de desagrado en todo lugar por el que pasará, pero el las ignoraba como había dicho su padre que lo hiciera.

Estaba algo extrañado pues SeokMin y sus amigos no habían ido a darle sus tareas para que él las realizará y no tener problemas con ellos, decidió pensar que tal vez se las darían mañana, realmente no quería que lo volvieran a golpear como la primera vez que lo hicieron.

Fue ahí cuando le propusieron hacer sus tareas para que él pudiera caminar sin tanto temor por los pasillos de esa escuela.

Con su mochila sobre sus hombros y sus mejillas manchadas con un poco de betún, llegó a la puerta de entrada viendo hacia la carretera donde un gran carro negro estaba estacionado, era un carro muy lujoso y lindo.

Camino hasta él viendo cómo del lado del conductor salió su chofer para abrirle la puerta.

—Hola joven Jeon —saludo el hombre con traje negro y su típico sombrero que va con el uniforme. Abriendo la puerta para que él pudiera ir en la parte trasera.

—Ya te he dicho que no me llames joven Jeon, Seokjin. No me gusta, deja de hacerlo. —le dijo sin mirarlo para luego subirse en el auto, Seokjin reprimió una sonrisa y cerro la puerta para después subir al auto y dar marcha a la gran casa de jungkook.

—Lo siento, es la costumbre.

El resto del camino fue silencioso, jungkook le había pedido que colocará algo de música para no tener que estar en ese torturoso silencio.

No eran muy cercanos pero se llevaban bien y se habían tomado cariño, Seokjin había sido el chófer de la familia jeon desde que tiene prácticamente memoria, pero para hablar con él era algo tímido así que solo intercambiaban algunas palabras.

Al llegar a casa Seokjin dió una señal a los guardias para que estos abrieran las puertas del jardín delantero y poder entrar con el auto.

Seokjin estacionó el auto justo frente a la casa y antes de que pudiera bajarse para ayudar a jungkook abriendo su puerta, esté ya estaba saliendo del auto con la mochila en sus manos.

—Gracias Seokjin. —agradecio el menor para después cerrar la puerta e ir a su casa.

El chófer solo sonrió y se fue a estacionar el auto junto con el de los señores jeon.

Jungkook camino emocionado hacia el living de su casa, no sin antes haberse quitado los zapatos en la entrada para no manchar la costosa alfombra que su madre había pedido desde Francia.

Sus padres le habían dicho que tenían una sorpresa para él, así que estaba emocionado, su madre siempre le traía cosas de sus viajes de negocios, mayormente ropa ya que a él le encanta jugar a ser un súper modelo en su habitación, y a su madre eso el aprecia adorable así que aprovechaba que siempre viajaba por todo el mundo para traer ropa de todas partes y que su bebito tenga siempre con que vestir como le gusta.

Su padre por otra parte solía traerle recetas de postres, los mismos postres y un montón de golosinas, chocolates pastelitos, de todo lo que te pudiera dar diabetes.

Ellos siempre estaban viajando pero cuando estaban en casa toda su atención era para el pequeño castaño fruto de su amor que los esperaba en casa, no les gustaba dejarlo tanto tiempo sólo pero era necesario para mantener el estilo de vida que llevan y que la empresa en la que ha estado trabajando su abuelo no vaya a la quiebra.

Típico Cliché ♥︎ [Taekook] [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora