Típico Cliché ♥︎ [Taekook] [TERMINADA]

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Jungkook despertó de buen humor ese día, sus padres le habían dicho que ellos lo acompañarían a él insistió, sería la primera vez que va acompañado de los dos y no solo de su chofer.

Se levantó de su mullida cama de sábanas blancas y se dirigió al baño de su habitación en pijama, descalzo sintiendo el frío suelo bajo sus pies, tomó una ducha rápida y antes de salir del baño lavó sus dientes.

Al salir de su habitación se encontró con su uniforme ya planchado y acomodado para que él lo usará ese día, aunque estaba algo asustado ya que le tocaba deportes, el uniforme de educación física lo tiene guardado en los casilleros de varones en las duchas de la escuela. Así que hoy se pondría el diario.

Con una toalla alrededor de todo su cuerpo, unto crema en su blanquesita piel para tenerla hidratada, y se colocó su uniforme como siempre, pero antes de colocarse el saco azul se colocó un suéter de lana color crema, ese tipo de ropa le ayudaba a qué su rellenito cuerpo no se notará demaciado.

Y es qué, los jóvenes en ese instituto eran muy crueles al ser de puras personas con dinero, la mayoría te juzgaba por todo, quién tenía más dinero, cuál de las empresas pertenecientes a tus padres era más famosa, quién tenía mejor cuerpo. Para ellos era un insulto que alguien "gordo" como él asistiera a un lugar tan prestigiado como aquel.

Aunque si supieran quiénes eran sus padres todas esas burlas pagarían de inmediato, se vio en el espejo al momento de que sus tenis blancos fueron atados, hizo un puchero al ver que ahora se veía incluso más rellenito que antes, negó con la cabeza, no podía dejar que los pensamientos de los demás de le quedarán grabados en su mente, su padre decía que su cuerpo era perfecto y que el resto de las personas simplemente eran unos ignorantes.

Su padre nunca mentía así que eso era cierto.

Peino sus castaños cabellos de modo de quedarán algunos mechones reveles sobre su frente, un poco de brillo en sus rosados labios y por último sus lentes redondos. Sonrió bonito al verse por completo en el espejo, su poca autoestima que la gente se había encargado de bajar cada vez más subió un poco al admirarse, si, estaba gordito pero él no lo veía tan mal, apenas estaba unos kilos lejos de su peso, pero no podía evitar sonreír al ver que su trasero estaba más gordito que antes y sus caderas eran más anchas.

A muchos hombres les hubiera molestado aquello pero a él no, a él le gustaba que su trasero fuera gordito, tendría mejores asentaderas que todas esas rubias anoréxicas que se la pasan criticando su cuerpo.

—Hijo ¿Puedo pasar? —pregunto su madre del otro lado de la puerta luego de golpearla un par de veces.

—Adelante mamá.

La puerta se abrió dejando ver a la mujer vestida con un lindo y no tan elegante vestido amarillo con algunos girasoles en la parte de abajo.

—Tu padre y yo te estamos esperando para desayunar, ¿Estás listo?

—Si todo listo. —dijo y tomó su celular que cargaba en una pequeña plataforma redonda en su mesita de noche, también un paquetito de gomitas en forma de corazón para guardarlas en su bolsillo.

—Bien vamos bebé.

Ambos bajaron a él comedor donde los esperaba su padre con una sonrisa, el desayuno ya estaba servido en la mesa, eran unos panqueques con mantequilla y moras y fresas bañadas en miel Maple, junto con un batido de chocolate para él, ya que sus padres tomarían un café.