idiota [banginho]

Capítulo 6

-No pude, Lix. Lo intenté.-

Chan revolvió su cabello con frustración, escuchando el largo suspiro que soltaba su amigo. 

Luego de haber dejado a Minho en la puerta de su casa, recibiendo un pequeño beso en la mejilla de parte del mencionado, Chan devolvió sus pasos y llegó hasta el departamento de su mejor amigo, quien ahora se mantenía recordándole lo idiota que era. 

-¿Qué se te pasó por la cabeza cuando lo hiciste? ¿No pensaste en lo que pasaría después?-el australiano preguntó, acomodandose en el sofá de forma que su mirada estaba sobre él. 

Chan suspiró, abrazando sus piernas contra su pecho.

-Yo... quería que Seungmin me viera. Sí, ya sé, fue algo tonto, pero-

-Pero nada, Chan. Fuiste un idiota, el más grande. ¿Qué probaste con esto?-¿los labios de Minho? Son muy suaves.-Debes aceptar que Seungmin nunca va a estar contigo, debes poner los pies sobre la tierra y darte cuenta que no todo es así de fácil. No porque Seungmin te vio besando a Minho va a dejar a Hyunjin y correr a tus brazos, ¿qué hay de Minho y Hyunjin? Ellos también tienen sentimientos.-

-Hoy quería hablar con Minho, yo estaba dispuesto a decirle las razones verdaderas por las que lo había besado.-dijo Chan, con su garganta apretada.-Pero los chicos del equipo estaba acercandose cuando yo estaba esperando a Minho, y no quería que... dijeran algo. Entonces lo vi y me lo llevé entre carreras... Minho es asmático y terminamos en el hospital.-

-Demonios, no solo quieres romperle el corazón sino que quieres matarlo por completo.-dijo Felix, con un astibo de burla que desapareció cuando notó la triste mirada de su amigo.-¿Entonces no le dijiste nada?-

-Olvidó su inhalador porque despertó tarde por estar haciendo unos pastelitos para mí en la madrugada.-dijo, en un gemido lastimero, poniendo su mirada lagrimosa sobre su amigo.-No podía, Lix. Sería el ser más horrible si le rompía el corazón a ese chico.-

Y lloró, mientras Felix lo abrazaba contra su pecho y trataba de consolarlo con palabras dulces y caricias suaves. Pero cada vez que Chan recordaba el rostro pálido de Minho, sentía que su corazón se llenaba de dolor y volvía a llorar con un niño pequeño luego de ser regañado.