Epílogo

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-¡Ay, Minho, me ahogo, auxilio! ¡Minho, escucho borroso, méteme en arroz!-

-Basta, Chan, me estás avergonzando.-

Minho tomó a su novio por los brazos para levantarlo, riéndose mientras el mayor tosía para escupir el agua salada que aún estaba en su boca. El mayor se sostuvo de él mientras caminaban fuera del mar, prendiendose como si de un koala se tratara.

-Me ahogué, Minho. Fue horrible.-

-Exagerado.-

-Pude ver la luz, te lo juro. Como que di diez pasos por el tunel.-

-Oh, por Dios, Chan, que dramático.-

Minho abrazó la cadera de Chan mientras éste lo sostenía abrazado con un brazo sobre su hombro.

Eran las aclamadas vacaciones de verano y sus familias se habían unido para pasar un fin de semana en la playa, alquilando una cabaña y pasando un gran tiempo juntos. La señora Lee comenzó a hacerle señas con sus brazos, llamandolos seguro porque ya era hora de regresar para la cena.

-Minho, ve con el señor "escucho borroso" a comprar unas bolsas de hielo.-dijo la señora Lee, recogiendo su bolsa y la toalla en la que antes estaba recostada. Chan hizo una mueca cuando todos, incluído Minho, comenzaron a reírse de él.

-Nosotros iremos adelantandonos. Y cuando vuelvan, te meteremos en arroz, Channie.-

-¡Mamá!-

Chan haló a Minho con él y se separaron de sus padres, aún escuchando algunas carcajadas de estos.

-¿Qué dices de escaparnos para ver el atardecer?-ofreció Chan, abrazando a Minho por la espalda mientras continuaban con su caminata.

-¿Estás loco? ¿Qué le diremos a nuestros padres?-

-Incluso podemos usar el dinero que nos dieron, ¡ay, Min, eso duele!-

Chan quitó sus manos de la cintura de su novio cuando éste le pellizcó.

-No seas revoltoso, Channie. Vamos a dar un paseo por la playa y luego iremos por lo que nos pidieron, pero no gastaremos el dinero.-Chan asintió y Minho se alzó para darle un pequeño beso en sus labios, contentándolo.

Unos minutos más tarde, Chan estaba sentado contra una roca mientras Minho se encontraba sentado entre sus piernas, con la espalda contra su pecho. El menor jugaba con los dedos largos de su novio, mientras éste tenía su naríz enterrada en el cuello del chico.

-Minho.-llamó, recibiendo un "¿mhn?" como respuesta.-¿Ya te dije hoy que te amo?-

El menor rió levemente.

-Ya perdí la cuenta de cuántas veces, pero nunca está demás seguir escuchandolo.-

Chan rió y cerró sus brazos alrededor de Minho, estirándose para besarle la mejilla.

-Te amo. Te amo, te amo, te amo, te amo. Te amo.-

Chan le dio un beso por cada "te amo" que le decía. Minho rió pero no se quejó cuando los labios de Chan se apropiaron de los suyos, justo de esa forma que a él tanto le gustaba.

-Me tienes enamorado. Idiota y enamorado.-

-Idiota ya estabas, no me eches la culpa de eso.-

Chan rió y con un sólo movimiento, hizo que Minho quedara recostado en la arena mientras él se posaba sobre Minho, apretándolo contra su cuerpo.

-El más grande de todos, ¿no?-

Minho asintió, tomando las mejillas de Chan para acercalo hasta poder besarlo.

-El idiota más grande, más lindo, más sexy, y lo mejor de todo: completamente mío.-declaró Minho, con una enorme sonrisa en sus labios.

Chan sonrió y bajó su rostro para volver a besarlo, robándole un suspiro como sólo él podía hacerlo.

Ya después podrían inventar una excusa para sus padres, mientras tanto, podrían seguir compartiendo uno que otro beso, quizás una caricia traviesa, allí bajo la luz del atardecer.

idiota [banginho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora