Extra

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Minho tomó una larga bocanada de aire mientras se empujaba (mentalmente) a sí mismo para comenzar a moverse. Sus pies obedecieron y entonces se encontró caminando hacia los casilleros, donde el inalcanzable Bang Chan estaba junto a su mejor amigo. 

Sus manos temblaron por los nervios cuando Chan sonrió hacia su amigo, justo antes de que perdiera la mirada en el otro lado del pasillo, y aunque sintió curiosidad sobre lo que estaba llamando la atención del mayor, Minho en ningún momento quitó sus ojos del bonito rostro de Chan. 

Entonces, para cuando menos lo pensó, se plantó frente al cuerpo alto de Chan, con su rostro completamente rojo bajo la atenta y curiosa mirada que le daba el amigo de Chan. 

-H-h-hola...-tartamudeó, tosiendo ligeramente para aclarar su garganta-Y-y-yo... toma.-extendió aquella bolsita que colgaba en sus dedos hacia el mayor mientras éste le daba una mirada curiosa, tomándola. Minho movió su mochila hacia el frente, sin darse cuenta que su crush estaba ignorándolo completamente, y sacó de ella una pequeña caja lila en donde un par de chocolates caseros reposaban allí dentro.-Yo... d-desde hace algunos meses te he prestado más atención de la que debería prestarle a un compañero, y mi amigo me dice que me gustas y... supongo que por eso estoy aquí. Porque me gustas y yo... ya no sé que decir porque nunca me había pasado esto... o, bueno sí, pero nomás fueron unos días, y acá han pasado meses...-Minho no movió sus ojos del rostro de Chan, pero sintió como el mayor tomaba la cajita de sus manos, aún sin mirarlo.-A-a mí me gustaría saber si tú... si te gustaría salir conmigo, no sé... si tú quieres...-Minho observó atento la reacción de Chan y casi se sintió afligido cuando el chico siguió sin prestarle atención. Sus ojos, por primera vez, se alejaron del rostro del mayor y siguieron la mirada de éste, encontrandose con la silueta elegante y llamativa de Kim Seungmin. 

Vaya, se estaba sintiendo triste y muy patético. 

De pronto, cuando había decidido alejarse, el mayor se sobresaltó, como si alguien lo hubiera pellizcado y cuando vio como se acariciaba su brazo, supo que su pensamiento no estaba equivocado. Su amigo lo había pellizcado para que le prestara atención, para que se diera cuenta de su existencia. Y eso sólo hizo que su corazón se entristeciera por completo, mientras bajaba su mirada triste hacia sus zapatos. 

Quería desaparecer. 

-Yo... eh.-al menos me mira cuando me va a rechazar, eso es menos patético, ¿verdad?-El viernes es el juego de final de temporada. ¿Por qué no vienes y cuando termine el juego, hablamos un rato?-

Y aquellas palabras hicieron que en su estómago explotaran un millón de mariposas y que sus mejillas tomaran un bonito color rosa, con una enorme sonrisa en sus labios. 

-¡Está bien!-se encontró diciendo, dando leves saltitos en su puesto.-A-adiós...-se despidió, girando en su pies para tomar camino hacia donde sus amigos lo esperaban ansiosos. 

-¿Qué sucedió?-preguntó Jisung, expectante, con Jeongin atrás de él mirándolo curioso.-¡Minho, ¿qué te dijo?!-

Minho sólo pudo sonreír, dando una leve mirada a donde estaba su crush, mirando curioso aquella bolsita que él le había dado antes.

-Me dijo que fuera el viernes a verlo jugar y... que podíamos hablar después del juego...-Jisung lanzó un gritito de emoción mientras lo acurrucaba en un abrazo, con Jeongin riendo al costado de ellos.

-Sabes, Honnie, este puede ser el inicio de tu historia de amor.-

Minho sonrió, dándole una mirada a Chan quien comenzaba a alejarse por el pasillo.

Quizás y Jisung tenía razón, y él sólo esperaba que fuera una historia muy bonita.

[...]

Con esto se termina esta hermosa historia, muchas gracias por leer, nos vemos en otra.

idiota [banginho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora