Capítulo 9: Cristales Rotos

10 2 0
                                    

No sé cual puede ser la definición de este tiempo que llevo con Aren, pero llevo sintiendo que me faltan cosas. Y creedme, no entiendo porqué, porque a decir verdad, esto se siente como una de esas salidas con las que iba con Aren a cualquier lado y nos lo pasábamos bien, pero de forma permanente. Se supone que debería estar feliz, pero solo siento un vacío. Y no habrá sido porque no hemos hecho cosas... 

8 de Septiembre de 2021

A: ¡Natsuo! ¡Natsuo, mueve el culo! ¡Nos vamos! -dijo abriendo la puerta de mi casa-

- ¿Nos  vamos? ¿A donde?

A: ¡Al mar! ¡Natsuo, vamos a navegar!

- ¿A navegar?

- A navegar, si señor. Al mar. He conseguido alquilar un barco rápido por no mucho dinero. Venga, ¡vamos! 

- Pero, Aren, yo quiero...

- Bah, bah, bah, siempre dices lo mismo y al final te diviertes como el que más. Te he dejado ropa en el comedor, vístete y nos vamos.

Y por narices, me tocaba levantarme a uno de los ''maravillosos'' planes de Aren que no se siquiera si me van a hacer pasármelo bien o mal porque las veces que he ido al mar, ha sido a pescar con mi tío y no a navegar como tal. Aren, por lo que veo, traía lista una bolsa con comida y todo, ¡realmente va decidido a que pasemos el día en el mar! Y digo yo, ¿qué narices tendrá el mar para que sea un ocio? Siempre he visto a ricachones con barcos grandísimos en los puertos y nunca le he conseguido ver el atractivo a eso. Supongo que hoy se lo vería. 

Me vestí corriendo y cogí mi casco de las carreras (en verdad, suelo re-usarlos para cuando voy en moto con Aren desde siempre) para entrar a la moto con Aren. FInalmente bajamos a la puerta principal de mi casa y nos subimos a la moto, rumbo al puerto recreativo, abrazando yo a Aren con la bolsa de la comida en la mano (que mas que bolsa, era una cajita rígida con un asa alta), puerto al que sorprendentemente llegamos en poco tiempo, aparcando Aren la moto con mucha desconfianza, poniéndole hasta un candado en la rueda para evitar que si a alguien, por lo que fuera, se le ocurría hacerle un puente a la moto, igualmente no se la pudiera llevar porque 

Aren me arrastró del brazo hacia el barco, el cual era un Riva Aquarama, un barco con unos acabados preciososo y que contaba con dos motores V12 - cortesía de Lamborghini - para su motorización. Una bestia, en el que Aren quería pasar todo el día, aunque luego aclaró que sería hasta un poco después del mediodía porque el barco no era tan emocionante como para ello. Aren me dio la entrada a la lancha y, sin mediar mucha palabra más, encendió esos rugientes motores V12 y la lancha empezó a ser conducida por Aren.

Después de estar media hora alejándonos de toda forma posible de civilización, Aren empezó a decelerar el ritmo, y eso hizo posible la comunicación entre él y yo. Y mi cabeza, como no, empezó a arrancar su motor interno para empezar a remover mi conciencia sobre todo lo que había pasado con respecto a Anna.

Anna, en cierto modo, me ha dado una visión de las relaciones amorosas que yo no había sabido ver. Ella, sin sacarme a muchos lados, conseguía que hubieran momentos en los que simplemente bastaba con la compañía de los dos. Como por ejemplo, la noche de después de que mi habitación fuera destrozada: en la nueva habitación que el hotel nos asignó (tras comprobar 70.000 veces de que ella y yo no teníamos nada que ver en el destastre que se produjo) simplemente reinó el silencio, pero nuestros abrazos, nuestros besos... Eso fue lo que más se hizo notar, en un lenguaje que no comprende de palabras, sino de puros y duros sentimientos... Sin embargo, con Aren las cosas van diferentes. Después de 4 días, me ''aconsejó'' (ERGO: prácticamente me forzó) que era mejor dejar de dormir juntos. Sonaba como si se quisiera despegar de mi, pero es que a la mañana siguiente ya podía prepararme para pasar el día junto a el. Es decir: que excepto dormir juntos, besarnos y cogernos de la mano, hemos hecho de todo. Y eso me pesa, me causa un sentimiento de extrañeza que no puedo igualar. 

NatsuoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora