Min YoonGi un apuesto hombre de veintiséis años, dueño de una editorial de libros, mujeriego y para nada creyente en el amor.
Kim TaeHyung un precioso chico escritor recién graduado y con un hermoso hijo de cinco años, quien es su mayor motivación.
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— Ugh — Soltó un quejido YoonGi abriendo sus ojos al despertar, teniendo una dificultad para respirar, frunció el ceño y notó que lo que estaba provocándole aquello era tener a TaeHyung durmiendo encima suyo, la nariz del rubio estaba escondida en su cuello y lo abrazaba tiernamente. YoonGi sonrió enternecido y aquella sensación cálida regreso a él. Acarició suavemente la espalda de TaeHyung hasta que esté comenzó a removerse poco a poco despertando por los suaves toques en su espalda.
— Buenos días — Dijo TaeHyung con su voz roca mañanera, mientras se enderezaba y acomodaba aún lado de él.
— Buenos días — dijo mientras se estiraba y se sentaba en la cama. — Al parecer dormiste bien.
— ¿Uh? Sí... — TaeHyung se sonrojó haciéndolo lucir más tierno.
— Bien, Hay que ducharnos que tenemos una cita programada para hoy.
Al terminar de ducharse TaeHyung, YoonGi ingreso y ambos cuando ya estaban listos bajaron a desayunar encontrándose solo con Hyuna quien no paraba de felicitarlos por su "Relacion". YoonGi le había pedido una cita ya que al día siguiente tendrían que volver a sus hogares. YoonGi y el planearon que harían este último día en Seúl.
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— ¿Y si vamos a un parque de diversiones? — preguntó TaeHyung — O mejor a ¡las maquinitas! — dijo entusiasmado.
— ¿Eres un niño? — preguntó dándole un sorbo a su café.
— Eres un amargado — Se cruzo de brazos —. Es divertido, Minie y yo amamos ir a los parques de diversiones — comentó — hazlo para que pueda perdonarte y las cosas queden de maravilla entre nosotros.
— ¿Pero no estábamos bien ya? — Preguntó y al ver el tierno puchero y ceño fruncido de TaeHyung. — Bien ¿Qué quieres que haga para que me perdones?
— Tienes que decirme si a todo. — TaeHyung sonrió travieso.
— Acepto, pero con una condición.
— ¿Que condición? — preguntó.
— Luego yo elegiré un día y deberás decirme si a todo.
— Eso suena justo, está bien — Ríe.
— Perfecto, ¿Adónde quieres ir?
— ¡De compras! — dijo — Vamos de compras, querido jefecito. — dijo listo para su cita con el mayor.
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— No debiste molestarte en comprarle tantos juguetes a mi hijo — levantó las bolsas que llevaba en sus manos, en un principio TaeHyung solo fue por un par de juguetes para su pequeño, pero YoonGi al final termino por comprarle carritos, legos, figuras de acción e incluso ropa. Al final termino aceptando todo y agradeció con una sonrisa apenada.
