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—Entones son siete chicos, dos de ellos familias directas mientras los restantes son solo amigos más allegados— el joven de lentes miraba atentamente por la ventana mientras charlaba con la castaña— ¿Por qué demonios te mueves tanto, Suny?

—Me pica la jodida cabeza ¿Cómo mierda soportan esto?

— Te dije que colocaras bien el gorro, no te muevas tanto se te caerá y no vas a la cárcel— el chico negó para sonreír de lado— sino que iras directo a la cama de ese ser.

—Cállate, Soobin— mascullo quedándose quieta.

—Lee, Kim a las camionetas quiero hacer algunas paradas antes de ir al puerto.

Ambos se miraron y asintieron saliendo de aquella casa pequeña.

No habían hecho nada durante ese corto tiempo, no escucharon charlas de negocios o posibles golpes, en realidad no escucharon nada. Ellos solo sonreían y hablaban de como salían sus trabajos, que para sorpresa de ambos eran normales.

La camioneta avanzaba tranquilamente por las calles de Seúl, ellos solo estaban frente al joven quien sonreía viendo unas fotos.

—Ah— suspiro ganándose su atención— ¿Nunca han estado enamorados?

— ¿Señor?— Soobin y Suny se miraron.

– ¿Si nunca se han enamorado? — Pregunto. Soobin asintió mientras Suny negó efusivamente— te has perdido de mucho muchacho, es lo mejor...

— ¿Por qué... lo dice señor?— A Suny le costaba llamarlo así, pero debía mantener el papel.

—Tengo una novia, es hermosa y muy cascarrabias para su edad— saco una risita—le gusta el peligro, ama su trabajo aunque ahorita está de baja por problemas... o por mi culpa— dijo lo último en un susurro, Suny por un momento se sintió extraña al escuchar la palabra novia. ¿No estaba enamorado de ella? ... ¿Pero porque mierda piensa eso?

—No debe ser su culpa.

—Me gustaba verla al final de su trabajo, a veces me gritaba por atosigarla... ¿Soy un mal novio?

—... No, señor.

— ¿Y quién es su novia, señor?— Suny pellizco a su amigo, este solo sonrió para amortiguar el dolor.

— ¡Ya te enseño su foto!— grito alegremente mientras buscaba entre su galería— ¡A que es hermosa!

Soobin abrió sus ojos a más no poder mientras Suny tosía descontroladamente, tenía que ser una maldita broma.

— ¿Cómo... como se llama su novia señor?— Soobin pregunto mientras daba palmadas en la espalda de la chica.

—Bueno... ¿El está bien?— asintió— se llama Kim Suny, la mujer de mi vida entera y futura reina de mi reino.

Suny termino por toser más. El grandísimo psicópata tenía una maldita foto de ella.

...

El piano sonaba una y otra vez, las teclas eran tocadas con brusquedad mientras detrás de la pianista se encontraban dos hombres fieles a ella, la castaña suspiro en la última nota y paro abruptamente.

–Entonces... ella no estaba en la estación de policías.

—No señorita— hablo uno de los hombres—según uno de mis hombres ella solo acudió temprano y se marchó.

—Conseguiste su dirección. — No fue una pregunta y el hombre solo extendió un papel con lo que ella quería, YangMí sonrió— bien, quemen todo eso, que Jin no se entere.

— ¿Señorita?

—Que parezca un... accidente doméstico como incompetencia.

Dicho esto no escucho más y camino a paso tranquilo con sus relucientes tacones negros hasta su habitación. Había mandado a matar sin miedo alguno a la chica Suny, lamentablemente sus hombres no habían hecho el trabajo y no porque no la conseguían sino porque la dejaron en paz, la chica estaba loca por deshacerse de la detective.

Para nadie era un secreto que la joven YangMí estaba perdidamente enamorada de Jin, o locamente. Desde que se había quedado en aquella reluciente mansión había querido optar por el poder de ser la mujer del chico y mandar sin asco; lástima que Seokjin era más que una hermosa cara bonita.

Desde que había tomado el poder nada ni nadie podía mandarlo, sus decisiones eran concisas y precisas y pobre de aquel que desobedeciera a la palabra del chico. YangMí pensó enamorarlo, pero su actitud de niña mimada y caprichosa no era del agrado del pelinegro.

La castaña se sentó frente su cama admirando la gran fotografía enmarcada en su recamara, una de bordes dorados con la mansión de fondo y frondosos arboles rodeándola, en la mitad de esta se hallaba ella en medio de su padre y Jin más joven. El chico tenía su cabellera más corta, y usaba un lindo traje negro, su padre estaba más sofisticado en traje negro y corbata blanca y ella con un hermoso vestido lila y un lazo en su cabeza.

—Tendré todo, incluido tú. 

 

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Mulán ⛩️Kim Seokjin⛩️©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora