Mulán ⛩️Kim Seokjin⛩️©

12

Seokjin caminaba de un lado a otro fuera de la habitación de puertas blancas, apenas llego tomo a su dulce oficial y la llevo adentro gritando órdenes para que la atendieran urgente. Su pánico estaba sobrepasando su cuerpo en cuanto vio como la sangre salía de un costado de su cuerpo.

— ¿Por qué mierda tarda tanto?— gruño desesperado desordenado su cabello.

—Es una intervención, no sabemos si la bala sigue dentro...

—Tu cállate cuatro ojos, no quiero escucharte hablar.

Soobin solo bufo y se quedó de brazos cruzados mirando al pasillo, desde que llego tampoco se había despegado de la puerta, solo que él estaba amenazado si movía un solo dedo al intentar pasar primero que su jefe.

Un hombre de canas abrió la puerta y de inmediato los dos chicos se enderezaron tratando de saber la condición de su amada, y amiga.

— ¿Cómo esta, doctor?

—Pues está bien, tuvo suerte que la bala no tocara ningún órgano— sonrió dejando aliviados a ambos— por los momentos pido que descanse y que por nada del mundo se levante de cama, estos son antibiótico e inyecciones que deben colocarle.

—Muchas gracias— ambos reverenciaron.

—Pues, si es todo me retirare— sonrió y se fue por el pasillo mientras era escoltado por unos hombres en traje.

El pelinegro dio lentamente vuelta encarando al chico de lentes quien frunció el ceño cuando lo miro directo a los ojos, un aura oscura paso como destello haciendo que retrocediera un par de pasos por el susto que le dio.

—Soobin...

— ¿Si?

— ¿izquierda o derecha?

— ¿Ah?

Soobin no reacciono ante el gran derechazo que Seokjin le propino al no responder rápido, el chico cayó al suelo completamente inconsciente. Suspiro mirando sus nudillos ahora rojos, dos de sus guardias aparecieron y se quedaron quietos al mirar el chico en el suelo.

—Al sótano, amárrenlo y déjenle un vaso de agua al frente... hasta que yo entre. — asintieron y cargaron saliendo de allí.

Pobre Soobin.

...

Suny abrió los ojos sutilmente, trataba de enfocar en donde habitaba y porque estaba tan cansada y adormecida. Sintió una leve brisa en su mejilla izquierda, dirigió su vista hacia allí; una ventana estaba abierta dejando entrar la iluminación de alguna farola, las telas blancas se movían a causa de ellas, cuando enfoco mejor visualizo algunos muebles cerca, una mesa de noche que tenía un vaso de agua encima de una charola plateada y a su lado una pequeña lámpara en forma de cono dándole algo de luz tenue.

Sintió un dolor a un costado y trato de llevar ambas manos hacia el lugar, mas no pudo. Una de ellas estaba esposada en la cabecera de la cama, frunció el ceño tratando de zafarse, pero le era imposible.

— ¿Qué demonios...?— susurro. Escucho una risa y miro al frente, a los pies de la cama. Y allí estaba su constante pesadilla, Kim Seokjin sentado en una silla con una sonrisa ladina mientras meneaba una copa— ¿En serio? ¿Tenías que esposarme? Estoy herida, genio.

—Cariño, eres peligrosa— coloco sus codos en las rodillas— capaz y saltas por la ventana sin importar desangrarte, no puedo permitir eso.

—Te encanta joderme...

—Quisiera joderte— Suny bufo, Jin rio— pero en esas condiciones no podría.

—Me encanta tu sinceridad y tus sueños inadmisibles— dijo mientras lo miraba atentamente.

—Son sueños que pueden hacerse realidad, uno de ellos era tenerte en mi cama esposada y ¡Taran!— rio alzando sus brazos— allí estas...

—Convaleciente— dijo entre dientes.

—Pero estas— se levantó y a paspo lento camino hasta estar cerca y sentarse a su lado— Suny...

Esta lo ignoro y decidió mirar la ventana, era mejor así, alejarlo. No quería por nada del mundo involucrarse con Jin; aunque ya lo estaba. Sintió como una mano del toco levemente uno de sus mechones y lo enredo en su dedo.

— ¿Qué quieres, Kim?— mascullo ya harta.

Él sonrió al tener su atención, sus ojos viajaron desde sus pestañas hasta su linda boca pequeña y seca. La chica era tan linda, tan hermosa, tan ella que simplemente lo volvía loco. Le encantaba que lo rechazara, pero a su vez que le diera solamente su atención a él, como todo esos años.

—Suny

— ¡¿Joder, que?!

—Estoy jodidamente enamorado de ti.