Mulán ⛩️Kim Seokjin⛩️©

11

—Soy Suny, idiota.

Los ojos se le cristalizaron de inmediato mientras bajaba el arma y la reconocía. Era ella, era la hermosa policía que amaba desde hace tres años, sus ojos, su voz, hasta su jodido olor.

—Mi... Tom— susurro acercándose— ¿Cómo es que estas...?

— ¡Abajo!— Soobin grito al escuchar los disparos desde uno de los laterales— bajemos...

—La otra terraza— dijo Seokjin mientras permanecía en el suelo, sus ojos no se despegaban de la chica quien tomaba un arma— un helicóptero me trasladara a otro sitio, tu jefe me traiciono.

—Yo no tengo jefe— gruño la chica—te ayudaremos a llegar hasta el para qué escapes.

— ¿Qué?— Soobin y Jin hablaron al unísono sin poder creerlo.

—Eso, te dejare escapara, ya no es mi trabajo perseguirte— suspiro cargando el arma— te ayudare, luego me iré y te dejare en paz.

Suny se levantó y corrió junto con los chicos hasta las escaleras, a lo lejos podía oírse como los disparos eran más constantes, y los gritos de algunos hombres hacían eco. Soobin cubría la espalda de su amiga, mientras ella iba delante apuntando todo, y Seokjin... bueno el aun procesaba e iba dentro los dos como un niño.

Los pasillos estaban vacíos en la parte este de la mansión, uno que otro disparo se escuchaba, los sentidos de ambos policías estaban al tope por si tenían que asesinar a alguien en ese momento. Seokjin iba pensando ¿cómo demonios ella paro en su casa? ¿Cómo no la habían detectado? Y, ¿cómo el por pendejo no se dio cuenta de nada?

La tenia consigo todo el tiempo, jamás le paso nada.

—Entonces no estabas en tu departamento el día de la explosión— no fue una pregunta, de todas formas ella sin voltear y aun apuntando a todos lados afirmo con su garganta— te infiltraste en mi casa como un guardaespaldas, dormiste, comiste bajo mi mismo techo— afirmo— ¿Estuviste todo este tiempo en mi casa, Tom?

—Sí, creo que te quedo claro hace ya... ¿Diez minutos?

—Aja— carraspeo y bufo— ¿Y porque demonios no me fuiste a visitar a mi habitación en la noche?

Soobin aguanto la risa mientras la chica se volteaba lentamente con una ceja enarcada.

— ¿En serio?

— ¿Qué?

—Me metí en tu jodida mansión, tuve un arma en mi mano, mire a tu familia y amigos... y, ¿Solo me preguntas porque no te visite?

—Obvio— alzo los brazos dejándolos caer, Soobin miraba la escena estando alerta— ¡Mujer, estabas desaparecida y te hacia muerta!— pataleo— ¡Qué casi me muero yo!

—Me abrías ahorrado la bala— bufo la chica para seguir con su camino hasta la otra terraza— vamos... debemos dejarte allí.

— ¿Debemos? ¿Dejarte?— rió mientras cruzaban una esquina— Lo siento señorita, pero usted y el otro Lee Min Ho no van a ningún parte, me deben explicaciones.

— ¿Quién eres mi padre, jefe, hermano?— pregunto enarcando una ceja.

—Tu futuro marido.

—En tus sueños.

— ¿Sabes que te ves jodidamente sexy de hombre?— Suny paro en seco— Dios... hazme coletas y seré tu Baby Girl.

Soobin carcajeo y la chica solo suspiro acostumbrada a las babosadas del joven que iba detrás de ella como niño con dulce.

—Estoy pensando en Hawái... ¿Italia, Francia... suiza?

— ¿Para qué?— pregunto Soobin siguiéndole el juego, la pelinegra ya estaba harta, solo cruzaría la puerta de la esquina y listo lo dejaría en el jodido helicóptero.

—Luna de miel— dijo tranquilamente—Mi querida Tom se vería tan linda de blanco... tendríamos una gran casa con jardín... ¿Y con tres niños o más?

— ¡Alto vaquero!— le dijo entre dientes encarándolo.

—Oh... seré Woody y tu... ¿mi buzz Lightyear?

—Cállate ya...

Suny fue interrumpida cuando una serie de uniformados empezaron a disparar hacia ellos, tomo la mano de Seokjin y corrió junto con su amigo empujando la gran puerta gris de la terraza, a unos pasos pudo ver el helicóptero encendido, dentro estaban varios de sus hombres con la pequeña chica quien lloraba gritando el nombre de Jin.

Corrieron hasta el helicóptero y subieron disparando hacia los policías detrás. Soobin había dado a varios creando un tiempo para escapar todos de allí, el aparato tomo vuelo y suspirando todo se quedó en silencio hasta que un gruñido los hizo voltear.

— ¿Suny...?

—Mierda.

Suny estaba herida.