—Te gusta Seokjin.
—No— dijo la chica mientras corrían por el pasillo hasta la terraza.
La policía había llegado hace unos minutos e intentaban entrar a la mansión, Seokjin por su parte andaba muy tranquilo como si fuera un día normal.
Cosa de todos los días.
—Te gusta...
—Dije no— abrió la puerta y ambos llegaron a la azotea, esta tenía dos maletas donde cada una contenía una sniper— ¿Por qué demonios lo aseguras?— pregunto mientras preparaba el arma.
—Es obvio, uno— señalo con los dedos el chico— nos dio la orden de arremeter con cualquiera que pusiera un pie en su casa, dos; saliste corriendo en cuanto dio luz verde a disparar a larga distancia... y tres, joder ¡Son policías, nuestros aliados!
Suny quedo quieta mientras aun preparaba el arma, era totalmente cierto esa era su oportunidad de atraparlo y ponerlo tras las rejas. ¿Pero porque sentía que era lo incorrecto? Después de todo la misma policía estaba involucrada, su ex jefe era parte de ellos al igual que su superior... entonces ¿En quién debía confiar?
—No lo estoy, Soobin— suspiro terminado de equipar el arma— solo...
—Solo quieres atrapar a Kim Seokjin ese dialogo me lo sé— bufo quitándose el molesto saco— pero date cuenta de algo, estamos infiltrados en su mansión, bajo sus órdenes y vamos a disparar contra los que supones son de los nuestros... de hecho no estamos con nadie, no sabemos quién es el bueno y quién no.
Ella lo sabía perfectamente, sabía que no estaban de ningún bando ambos. Su superior tenía tratos con la mafia de Kim, su ex jefe los traiciono sacándolos del equipo y ahora estaba durmiendo con los peces, la policía estaba a poco de entrar y ellos estaban involucrados sin órdenes dentro de la mansión Kim.
Estaban jodidos.
—Podemos irnos— dijo Soobin simple cuando la chica quedo en silencio— podemos escapar por el bosque, hice una ruta por si nos descubrían, dejaremos esto y...
— ¿Seguiremos con nuestras vidas?— rió irónica— por favor, no funcionara.
—Soy bueno en todo, podemos cambiar nuestros nombres... Kim piensa que moriste, será más fácil.
—No pienso irme.
— ¿Para no abandonarlo, o para atraparlo?
— ¡Basta Soobin!— gruño acercándose para tomarlo del cuello de la camisa— ¡Deja de decir que me interesa porque no es así!
— ¡¿Entonces qué demonios hacemos aquí?!— grito— podemos irnos, podemos alejarnos— la tomo de los hombros— si no te importa deja todo, olvida todo con referente a él. No hay justicia en quien no la busca, y nadie nos está pidiendo justicia por lo que Seokjin haga.
Suny bajo las manos para separarse del joven de su amigo, sabía que tenía razón. Atrapar al pelinegro no era por justicia, o porque en realidad alguien necesitara de ella, era una obsesión que ella misma tenia.
—Esto ya no nos compete, no es una misión, no es una orden— negó revolviendo sus cabellos— ya esto... no es parte de nosotros.
— ¿Quieres que me rinda?
—No— negó acercándose para tomarla de las mejillas— no es rendirse, es saber que perdiste esta batalla... y que estas enamorada de tu enemigo. — Sus ojos se cristalizaron— tuviste más de decenas de veces para abrirle un agujero a Kim en la frente, jamás fallas... ¿Y qué hiciste?
—Falle— susurro.
El viento soplo revolviendo sus cabellos y dejando las lágrimas salir, había tanto atorado en su garganta. Su orgullo era muy grande para admitir lo que ahora oculto como amor hacia el pelinegro.
—Sé que no vas a ceder en cuanto a él, pero podemos irnos para darte tiempo... ¿te parece mi querida Suny?
— ¿Suny?— ambos se quedaron de piedra y miraron a la puerta por donde habían entrado hace minutos. Seokjin estaba con solo una camisa blanca, en sus manos tenía un arma, su respiración agitada y sus ojos como platos— dijiste Suny... ¿Suny?
—No sé de qué habla señor— Soobin se colocó delante de su amiga para que esta se secara las lágrimas, pero Seokjin subió la nueve milímetros apuntándolos— señor...
—Señor una mierda... sal, y no tengo paciencia hoy— quito el seguro y avanzo.
Soobin iba hablar pero la pelinegra solo coloco la mano en su hombro mirando el suelo antes de caminar tres pasos delante. Los botones de su saco estaban sueltos y, su nariz permanecía roja por el llanto anterior. Seokjin la había descubierto y no podía mentirle.
— ¿Quién eres?— se acercó tocando con el cañón su cabeza— habla o te vuelo la cabeza. ¿Por qué nombraste a mi Suny?— presiono, Seokjin estaba impaciente había escuchado solo el nombre al final. — ¡Habla!
Suny subió la cabeza chocando sus ojos con aquel hombre que rondaba sus pensamientos, que quería atrapar pero no lo hacía, que quería besar pero no podía por ética y orgullo. Su fruto prohibido.
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Mulán ⛩️Kim Seokjin⛩️©
FanfictionLos cuentos de princesas se pueden hacer realidad, mas si Kim Seokjin era un criminal. Book 07 -Historia corta. -No se aceptan copias ni adaptaciones. -Completa. -+18 ⚠️Proceso de corrección⚠️ ⚠️NO SE ACEPTAN COPIAS NI ADAPTACIONES ⚠️