Limerence | YeonGyu

Extra - The adventures of Soobin!

ADVERTENCIA
Hay un montón de fetiches en este capítulo (Edging - Overstimulation).
Recomiendo discreción.
Pueden saltarlo porque no afecta en nada a la historia principal. Aunque si aún así deciden leerlo...
Disfruten ⊙﹏⊙

Soobin camina con cierto nerviosismo hacia la habitación de los maknaes. Taehyun lo sigue en la misma dirección, desde la cocina, pero es asaltado sin ningún respeto por los dos chicos más energéticos de TXT.

Su líder los ve con cierto rostro divertido, tensándose ante el pulgar arriba de Yeonjun cuando conectan miradas.

Está preocupado, debe admitirlo, pero su miedo radica en lo desconocido que es el cuerpo de Kai para él. Incluso con todo el tiempo que llevaban conociéndose, desde que prácticamente lo había adoptado en la empresa apenas lo vio como un tierno corderito perdido. Le asusta la idea de que Huening sea tan frágil como se ve.

Pues él... él tiene gustos particulares.

Traga saliva antes de tomar el pomo y abrir la puerta sin resistencia. Observa de reojo el interior y allí lo encuentra: está acostado, con rostro afligido, mirando el techo.

Ning le devuelve la mirada y aprieta los labios, casi pareciera dibujar un puchero.

—Binie hyung...

Choi cierra la puerta tras sí y se acomoda a un costado del maknae. Se rasca la nuca, intentando idear una forma de abordar el asunto sin sonar como un imbécil.

—Tú... no querías dormir conmigo anoche.

Bueno, en su cabeza había sonado mejor.

El rostro del castaño se espolvorea de un rojo suave y Soobin asegura haber visto esos ojos hambrientos en más de una oportunidad. ¡Cómo lo había pasado por alto!

Kai niega y se ubica a un lado de su hyung.

—No, hyung, no hablaba de dormir precisamente. N-No en ese instante...

Ríe nervioso, con esa misma carita dulce que ponía cada vez que le entregaban el micrófono al agradecer los premios que ganaban.

Soobin se desordena el cabello e inhala profundo.

—Eres un niño, Kai, yo no pod-

—¡Basta de querer ser el héroe! No quiero que me rescates de nada. A lo mucho de ser virgen hasta los veinte como Gyunie hyung, pero no necesito que me cuides así. No de ti.

Infla los mofletes. ¿Era el momento para reírse y decirle que estaba admitiendo ser el chicle? No, por supuesto.

—¡Incluso Jungkookie hyung tuvo una oportunidad contigo! ¡Y él también es un maknae!

Choi anotó en su lista mental de cosas por hacer: golpear a Yeonjun por cotorra.

Suspira y sostiene una de las suaves manos del menor.

—Bien, pero quiero que lleguemos a un acuerdo.

Los ojos de su pequeño polluelo brillan tanto que siente unas estúpidas ganas de apretar sus mofletes y llenarlo de besos.

—Primero que todo, necesitas una palabra de seguridad. Algo que dirás si te sientes mal y quieres que nos detengamos. ¿De acuerdo?

—¡Entendido! ¿Puede ser Molang?

Dios, si estás allí, no lo culpes por tendencias disque pedófilas.

—¿No prefieres escoger un color? Por mi salud mental, por favor.