Los ciervos no cambian de cuernos

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Rashta acariciaba el cabello de su esposo mientras se lamentaba. — ¡Rashta debió estar con usted, esto es una tragedia! — Dijo, Sovieshu sonrió tratando de calmarla, después de todo, era su esposa.

— Tranquila emperatriz, no sucedió nada muy grave gracias al gran duque... Además, fue mejor que usted no hubiese estado ahí, no sabriamos lo que le hubiesen hecho — Dijo preocupado, solo entonces la mujer paro de llorar.

El intento de asesinato a Sovieshu corrió como pólvora dejando los otros rumores del gran duque como pasados de moda ¡Los nobles de verdad eran complicados!

— El único problema ahora es la linda cicatriz que me dejo el hechizo de su alteza el mago real... — Se quejo Sovieshu mirando en la dirección del gran duque. — Parece una marca de ganado.. Gracias a Dios no tiene una K escrita

Kaufman se cruzo de brazos y apunto al hombre. — Estaba en pánico, era eso o dejarlo morir en el parque ¡Valore su vida un poco, por favor!

Y atrás de ambos la emperatriz soltó un suspiro; ese tremendo evento nocturno había llenado de estrés a la mayoría de presentes. El gran duque siendo el más afectado, atrasando su regreso al país por la preocupación que sentía al respecto. En especial luego de escuchar las ultimas noticias..

El primer ataque no fue dado en el parque, sino, unos momentos después que el emperador se retirara de su habitación para una caminata nocturna con el gran duque. Ninguno de ellos sabría porque quisieran asesinarlo; en esos momentos, eran tantos los sospechosos..

Entonces el gran duque se cruzo de brazos — También, si no es una molestia, me gustaría que se quede la túnica que use para que no muriera por asfixia.. Esta llena de su sangre, es demasiado espantoso para mi. — dijo, aligerando el ambiente, un "pff" se escucho por parte de Navier, seguido de risas incontenibles. Sovieshu le dirigió malas miradas a la mujer.

¡Es decir, habia sufrido un ataque y lo importante era no traumar al gran duque con un poco de sangre! Estaba seguro de como sorprenderlo en su siguiente cumpleaños.

— Es agradable.. — Navier se tomo un respiro. — Escuchar que se encuentra bien emperador, mi esposo el emperador le ha preparado un regalo temporal.. Por seguridad.

Entonces, Heinry que se encontraba parado al lado de la cama junto a una forma cubierta por una sabana, jaló la misma y revelo una jaula en la que se encontraba un pajarillo azul con cara de pocos amigos.

— Esa... ¿Esa no es el ave que mandaba cartas a Navier? Pensaba que había muerto — Comento el emperador sorprendido, Rashta al contrario, pareció encederle un foco encima de la cabeza.

La mujer se acerco a la jaula. — ¡Es la misma ave que rescato Rashta, con que por eso estaba lastimada! — Al instante el ave pareció cambiar su expresión a una aterrada.

Heinry abrió la jaula y la saco, dándole toquesitos en la cabeza que parecieron poner mas furiosa al ave. — Se la estaré prestando, es mi mascota... Esta entrenada para chillar y volar en busca de ayuda en caso de casos extremos; su entrenador, mi primo Sir Mckenna, esta de vacaciones, no sera una molestia prestársela hasta que veamos que todo sea más seguro

Rashta acaricio la cabeza del pájaro, que en realidad ahora parecia transtornado..

En un rato, Sovieshu tenia al pájaro posado en sus dedos. El gran duque se asomo para mirar con atención al pájaro. 

— ¿Cómo se llama, es decir, su especie? — pregunto el gran duque. Heinry parecio quedarse corto, probablemente recordando el nombre científico del ave.

Navier se interpuso a responder por su esposo. — No conocemos su nombre en realidad, pues.. Hay tantas iguales a este pequeñin que nos es complicado saber al final como se llama.

Un reemplazo mis cojones. [La emperatriz divorciada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora