𝑐𝑢𝑎𝑡𝑟𝑜

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—Hasta ahora no ha habido ningún superviviente.

—¿Entonces, enfermarte es directamente, morir?

—Por ahora no hay una cura, pero estamos trabajando en una, todas las personas están siendo atendidas, por ahora se sabe que las personas tienen un plazo de tres semanas luego del contagio.



























¿Un gusano?

Él hizo una mueca dramática y se volvió a colocar en esa extraña posición.

Una pista más, por fiiis.

Hice un puchero y él asintió fingiendo molestia, poco después hizo dos garras con sus dedos y volvió a moverse de un lado a otro.

¿Una serpiente?

Extendió sus manos hacia el cielo dramáticamente y comencé a reír. 

—¡¿Qué tipo de serpiente se mueve así?!

—¡No entiendes el arte!

Ambos reíamos, su risa era algo escandalosa, pero dulce, algo rasposa, pero encantadora.

Casi por instinto acerqué mi mano hacia él.

Él coloco su mano también, ambos solo separados por aquel molesto material colocado.

Mis dedos cosquillaron al imaginar su tacto y mi corazón comenzó a latir con fuerza.

Cuando lo mire, él veía nuestras manos, talvez imaginando lo mismo que yo.

Soplo un poco y dibujo un corazón justo donde había estado su mano.

No llores corazón, estaré siempre contigo.

𝐴𝑚𝑜𝑢𝑟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora