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Hyunsuk caminaba por el extenso pasillo rumbo al salón A-2 para buscar a Jihoon. Aun si no quiere parecer desesperado su emoción es más fuerte que él. Pero ¿Quién podría culparlo por eso? Ni siquiera sabía si los astros volverían a alinearse a su favor en tal nivel porque la oportunidad que alguna vez vio nula se estaba presentando frente a sus ojos, ensanchando más su sonrisa cuando vuelve a caer en la realidad.

Ya en un piso menos, se apresura para no perder más tiempo, pues el lapso que transcurre hasta volver a retomar las clases no era de lo más prolongado.

Había chocado con varios estudiantes en el trayecto dado que estos prácticamente escapaban de sus aulas cuando el timbre sonaba, incluso si solo fuesen un par de minutos los que podían permanecer fuera, varios de los cursos ya se encontraban vacíos en su totalidad.

A unos cuantos metros de llegar al salón del castaño, unas voces lo hacen retroceder sobre sus pasos, posicionándose a un lado de la ventana que daba al interior del aula. Se asoma apenas, solo lo suficiente como para tener una vista regular de lo que estaba sucediendo dentro.

Mala idea.

—Oye Hoon, ¿te molesta si me aflojo un poco la corbata? Es que hace taaanto calor—escucha decir a uno de los chicos allí, Sunwoo. Si bien la pregunta a primeras no parece nada fuera de lo común, el tono en el que el pelirrojo dijo aquello no le gusta para nada, tampoco la arrogante sonrisa que tiene cuando lo hace.

—¿Estaré mostrando demasiado si desabotono dos ojales de mi camisa, señor? No quisiera que la camiseta que tengo debajo opaque demasiado—dice esta vez Jungmo, claramente siguiéndole el juego a Kim.

—Rayos, es hora del almuerzo pero no puedo comer porque estoy dentro de la clase ¿llegaré a la cafetería a tiempo aunque no me dejen correr antes de que suene el timbre?—habla ahora Hyunjin, haciendo exagerados gestos de preocupación para después reírse junto a Sunwoo y Jungmo.

Pero Jihoon no responde. No los enfrenta como suele hacerlo cuando camina por los pasillos. Solo está sentado en su pupitre mirando un punto fijo, con los puños algo temblorosos sobre su regazo, su cabeza se mantiene gacha.

Estaba totalmente indefenso.

—Y-ya chicos, no es para tanto—interviene Eric. Hyunsuk afina sus oídos un poco más—Él solo está haciendo su labor.

—A ti te encanta teñirte el cabello con mechones multicolores, llevar tu camisa abierta y decorar tus pantalones con cadenas—se dirige Sunwoo a Eric, viéndolo con burla—¿Por qué defiendes a un señorito que sigue al pie de la letra las estúpidas reglas de una escuela que te impide todo lo que te gusta?

—¿Y por qué debería preocuparme como luzco aquí? Estamos en una maldita escuela.

—Mmm, por eso estás solo.

—No más solo que tú, idiota.

—Eres un...—Sunwoo se había puesto de pie con algo de brusquedad, dispuesto a enfrentar a Sohn. No obstante, algo llama mucho más su atención, lo suficiente como para olvidar su rabieta y reemplazarla por una sonrisa de incredulidad—No me jodan, ¿el señorito quiere llorar?—el pelirrojo camina hacia el pupitre de Jihoon, quien aún mantiene su posición—¡Jungmo ven a grabar esto! ¡la prepa debe enterarse de que Park Jihoon tiene sentimient--

—Jihoon.

Ya parado en la puerta, todas las miradas van a parar sobre él.

Hyunsuk tiene una expresión seria. Demasiado. Sus apretados puños se mantienen ocultos dentro de los bolsillos de su pantalón, y de no ser porque no le gusta lidiar con chicos que eran menores que él, posiblemente hubiese armado un completo escándalo. Tampoco podía prometerse a sí mismo no repartir un par de puños porque ahora sí que tiene buenas razones para hacerlo.

Skater ||SukHoon||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora