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Sirio

— ¿Muchos soles? ¿Acaso ya te subió la fiebre y estás delirando? —cuestionó, alzando una mano con la intención de poner su mano en la frente del castaño y chequear su temperatura

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— ¿Muchos soles? ¿Acaso ya te subió la fiebre y estás delirando? —cuestionó, alzando una mano con la intención de poner su mano en la frente del castaño y chequear su temperatura.

—No sea tonto, Iwa-chan —respondió Tōru, tomando la mano del azabache por la muñeca y alejándola de su cuerpo antes de que pudiera acercarse a su cabeza—. ¡Pero sí! ¡Muchos soles! Es que, piénsalo. El sol es una estrella, ¿no? ¿Eso no haría a las estrellas soles también?

Ante esta última pregunta, soltó la mano que tenía sujetada para poder alzar sus dos brazos y señalar el cielo que se extendía ante sus ojos.

—Creo que ya comprendo... —dijo Hajime, aún con algo de duda en su tono—. ¿Pero eso no haría que el "sol original" perdiera importancia?

—Vaya, Iwa-chan. Estás muy hablador hoy. ¿Será que por fin pusiste a funcionar tus neuronas?

Oikawa Tōru no le tenía miedo a la muerte y eso era un hecho.

—Pero respondiendo a tu pregunta —añadió, rápidamente sin darle tiempo al azabache de responder nada—. Tienes razón. ¡Alégrate! Que eso que no es algo que suceda todos los días —comentó a modo de burla.

Listo, Tōru se lo había buscado. Ese golpe ya estaba más que justificado.

— ¡Pero si eres un bruto, Iwa-chan! ¿Cómo es que le puedes gustar a alguien? —rezongó, mientras sobaba el brazo que había sido atacado "ferozmente".

Una mirada de advertencia fue suficiente para hacerle entender que, de nuevo, se estaba metiendo en terrenos pantanosos y aunque para él la idea de morir no fuera especialmente aterradora, sí que le dolían los golpes de Hajime.

—Bueno, como sea. Entonces si no puede haber muchos soles, solo debemos elegir uno —retomó el tema, esperando que por el momento su integridad física no se viera más afectada.

— ¿Aún no te das cuenta de lo bobo que suena eso? —cuestionó, volviendo a posar su mirada en el firmamento.

— ¡Pero no suena bobo! Es más, los demás se van a morir de celos porque esto va a ser algo que solo tú y yo sabremos. —La emoción bullía por el cuerpo de Tōru. Se sentía como todo un genio ante su descubrimiento, que cruelmente era tachado como bobo.

Aunque no tenía ni una pizca de bobo. ¡Era genial!

Y él tampoco era un genio, solo era un estudiante más del montón.

—A nadie le interesará.

— ¡Ya lo sé! —exclamó, interrumpiendo a su amigo— ¡Esa estrella será nuestro sol! —Se levantó de la banca y señaló algún punto en el amplio cielo nocturno— ¡La estrella polar será nuestro sol de media noche!

Sol de Media Noche [IwaOi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora