Sol de Media Noche [IwaOi]

08

Vega [Alfa Lyrae]

— ¿Cómo que no voy a ir? —se escuchó decir desde el interior de la oficina del director de la JAXA.

—Así como lo escuchas, Oikawa —repuso Kenji Nakanashi, superior inmediato del castaño, quien veía como el mencionado parecía una fiera.

— ¡Pero ya lo habíamos hablado, Nakanashi! —repuso en tono frustrado el contrario.

—Oikawa, en serio no pretendo discutir esto contigo. Eres mi amigo, por supuesto que sí, es más, si este asunto se estuviera rigiendo bajo esos términos no tendría problema en mandarte sin más —explicó el hombre, a lo que llevaba dos de sus dedos a las sienes buscando aligerar, con suaves masajes, el dolor que estaba comenzando a aparecer en su cabeza.

— ¿Entonces? —cuestionó el más joven de los dos.

—Pero no es así y te estoy hablando como el director de este lugar cuando te digo que no voy a permitir que vayas.

— ¡Pero no sucederá nada malo! La misión podrá ser peligrosa, sí, sin embargo, el porcentaje que indica que todo irá bien es demasiado alto —intentó razonar.

—Las probabilidades son altas, lo sé. ¿Y qué sucedería si nos confiáramos de ese alto porcentaje de éxito y algo sale mal? —respondió, parafraseando lo dicho por Oikawa al ministro de gabinete hace dos días, durante la exposición del plan.

— ¡El equipo y yo lo solucionaremos! —exclamó, ya dejando la objetividad de lado.

Aquella actitud era, en definitiva, impropia del castaño, siendo que normalmente cuando se encontraba con alguna barrera trataba de ser lo más sensato posible y hallar soluciones al respecto, pero por primera vez en mucho tiempo se sentía impotente.

Era una situación que se salía de sus manos, no era como que pudiera hacer nada más al respecto porque las riendas del asunto no le pertenecían a él y eso lo hacía sentir frustrado.

Frustrado porque pudo haber cumplido uno de sus sueños. Frustrado porque ya lo habían hablado. Pero más que todo, se sentía algo dolido al respecto.

—Tú más que nadie sabes que eso no es-

Antes de que el mayor pudiera continuar, su secretaria interrumpió en el lugar, anunciando la llegada del ministro de defensa.

—Gracias, Hiromi. Por favor dígale que en un momento voy con él —indicó a la muchacha, quien asintió y se retiró.

Para cuando volvieron a quedar ambos hombres solos, Kenji se paró de su asiento y se dirigió a Oikawa una vez más antes de salir de allí.

—La JAXA no se puede permitir perderte, Oikawa. No irás —declaró, esperando que las cosas quedaran así, pero Tōru formuló una última pregunta.

— ¿Y qué hay de las personas que irán? Mi vida no vale más que la de nadie. —Era su última jugada, la esperanza de revertir la situación aún se encontraba presente y de verdad esperaba que así fuera.

—Tienes razón, pero hay algo en lo que estás fallando. Eres un investigador, Oikawa. Tu labor es esa, investigar, descubrir y proponer. Ellos son soldados, desde el momento en el que se unieron a esa organización han estado arriesgando sus vidas, incluso se vieron condicionados a la idea de morir si la situación lo amerita. Tú no. —Con eso dicho, salió de su propia oficina dejando allí al castaño.

Ya rendido con la situación, se sentó en uno de los sofás del lugar y sacó de su bolsillo aquel papel que solo había visto por encima y se había negado a leer al no ver su nombre.

Había cinco personas, cinco soldados que habían sido elegidos por el director dentro de los que él no se encontraba "al ser una misión demasiado riesgosa para un investigador".

Al lado de las identidades de los tripulantes había una pequeña descripción indicando el rango, la edad y algunas otras cosas básicas.

Coronel Kabagu Takahiro [Capitán de la misión]

Ingeniero aeroespacial

35 años

El nombre se le hacía levemente familiar a Tōru, probablemente lo haya llegado a escuchar en los noticieros en más de una ocasión.

Teniente Yahaba Shigeru

Artillero

25 años

"¿Yahaba? ¿Shigeru Yahaba?" se preguntaba una y otra vez el castaño intentando ubicar aquel nombre entre sus recuerdos. Estaba seguro de que tenía que ver con alguien que conoció durante sus años de estudiante, pero no lograba descifrar quién, sin embargo, todo cobró sentido cuando leyó el siguiente nombre.

Alférez Kyōtani Kentarō

Artillero

25 años

¡Perro loco-chan y Shigeru-chan! ¿Cómo pudo haberlos olvidado? Oikawa no lo sabe, pero le alegra saber que aquel curioso dúo sigue unido como si el tiempo no hubiese pasado, o al menos eso supone.

Capit...

—Señor Oikawa —interrumpió la secretaria, de nueva cuenta, impidiendo que el castaño pudiera leer los datos de los tripulantes restantes—. El señor ministro requiere su presencia, ya le indiqué que usted se dirigía hacia allá por lo que agradecería si se apurara, parecía demasiado urgente.

—Muchas gracias —respondió, aparentando cortesía y aunque se encontraba disgustado con la idea de interactuar con el burócrata, se dispuso a salir de la oficina, dejando el papel donde se encontraba sentado anteriormente.