Jeno no creía en los cuentos de hadas... Bueno, eso hasta que un pequeño intruso lo haga cambiar de parecer.
Esta historia no me pertenece, tengo la autorización de la autora para hacer la adaptación.
Todos los créditos para @GLOWJM
Jaemin se encontraba nuevamente en el bolsillo de Jeno, el día anterior -viernes- el más grande había dicho lo que exactamente quería. Y el hada simplemente había dicho que al día siguiente irían a por ello.
Por eso mismo Jen estaba sentado en la sala de espera de un local de tatuajes. Sí, el mayor se haría un tatuaje. Jaemin le tenía bastante miedo al procedimiento y el ruido de la máquina le daba escalofríos, pero apoyaba completamente a Jeno si eso era lo que quería.
Mientras tanto, Lee tenía una sonrisa gigante en su rostro, demostrando lo feliz que estaba. Nunca creyó hacer algo así, sabiendo perfectamente que a su familia no le gustaría ni un poco. Francamente, no pudo resistirse más y el apoyo del hada le dio la valentía suficiente para hacerlo.
Antes de visitar el local de tatuajes habían ido a una peluquería, su cabello estaba largo y le gustaba de esa manera, pero quería cambiar algo, así que le pidió a la estilista pintara su cabello de color negro. Así que ahora tenía una linda melena negra que lucir.
Lee sentía a Jaemin removerse en su chaqueta, el hada parecía más nervioso que él, por lo que tomó su teléfono y lo puso dentro del bolsillo, y así dejar que el rubio se pueda distraer mientras el esperaba su turno.
Jaemin aceptó gustoso el aparato, buscando fotos y cosas bonitas en internet. Le gustaba mirar videos de gatitos o de mascotas. Le hacía feliz ver a los inocentes y dulces animalitos.
— ¡Lee Jeno! — El llamado del tatuador llamó la atención de Lee, quien rápidamente se acercó y comenzó a hablar con el anteriormente nombrado.
Jaemin seguía perdido en el teléfono.
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Una vez en su hogar, Jeno dejó libre al hada quien tenía una gran curiosidad por el tatuaje del chico. Lee no le había dicho que quería grabar en su piel y aunque lo había aceptado, el pequeño estaba desesperado por ver que era el tatuaje.
Jeno se tomó su tiempo, ignorando las protestas del pequeño para ver el tatuaje. Esperó las horas que le habían recomendado para quitarse el plástico, lavó su tatuaje con cuidado y volvió a taparlo. Jaemin estaba por explotar de la curiosidad.
—Ya~ Jeno... ¡Quiero ver el tatuaje! — La vocecita de Jaemin siendo más aguda de lo normal y el berrinche que estaba haciendo producían que el corazón de Jeno quiera explotar. Era simplemente la cosa más bonita que había visto en su vida.
— ¿No puedes esperar unas horas más? — Decía Jeno queriendo molestarlo, fácilmente podía subir su manga y mostrar el tatuaje. No era gigante pero tampoco era pequeño, estaba en la cara interna de su brazo. Sencillo para ser su primer tatuaje.
— ¡¡No!! Yo quiero verlo ahora~ Por favor...— Jaemin estaba revoloteando frente al humano con los bracitos cruzados. Lee no pudo resistirse a eso.
