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Risas...੭ु

Jeno tenía el día completamente libre de tareas, por lo que se sentía libre. No sabía que haría en todo el día, pero con solo poder estar unos cuantos minutos más en su cama sin preocuparse por la hora se sentía como la gloria misma.

Abrió sus ojos con pereza, no quería levantarse pues se sentía demasiado cómodo allí. Pero desgraciadamente no podía ignorar a su estómago rugiendo por el hambre. Necesitaba desayunar.

Con cuidado se incorporó de su lugar, tratando de no despertar al hada. Pero en el instante que se giró para verificar que el pequeño siga dormido, notó que este no estaba en su lugar.

Rápidamente se calzó en sus pantuflas y salió de su habitación yendo hasta su cocina, donde encontró su mesa con el desayuno ya servido. Café para él, chocolate para Jaemin. Y unos pancakes en medio de la mesa. El rubio parecía estar luchando con su delantal enroscado en sus alas, por lo que no había notado al humano.

Jeno sonrió y fue en su ayuda.

El pequeño se asustó al sentir unas manos detrás de él, pero todo susto se esfumó al saber que solo era Jeno. Dejó que el humano quitase la tela de sus alas sin lastimarlo y así luego por fin pudo volver a volar.

— Gracias Jen... — Agradeció, hasta que analizó la situación y abrió sus ojitos mientras tapaba su boca con ambas manos. — ¡Espera!... ¡¿Te desperté?!— Alzó un poco su voz, más aguda de lo normal.

Jeno solo quería tomar al pequeño y cuidarlo de todo mal. Era malditamente adorable.

— No Jaeminie, tranquilo... En realidad, me levanté porque tenía hambre e iba a hacer el desayuno, pero veo que fuiste más rápido. — Dijo mientras tomaba asiento frente a su taza de café. Jaemin lo siguió y se posó en la mesa.

— Oh eso...— Soltó una risita nerviosa. — No sé si estará bien, pero quería intentar hacer algo para ti esta vez, siempre eres tú quien me prepara el desayuno... Y bueno, ya que he estado aprendiendo, quise hacer el intento.

— Tiene una pinta espectacular, lindo. — Alcanzó un plato y sirvió uno de los pancakes para cortarlo en trocitos y compartirlo con el hada. — Vamos a disfrutar de esta delicia...

Y de esa manera, ambos desayunaron en silencio, para nada incómodos. Simplemente disfrutando de la comida que Jaemin había tardado tanto preparar.

 Simplemente disfrutando de la comida que Jaemin había tardado tanto preparar

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Jeno no sabía cómo sentirse...

Él era alguien intimidante, no era grosero, pero todos sabían que era mejor no pelear con él. No le gustaba ser el centro de atención, no le gustaba que lo molestaran. Odiaba que lo tocaran o que quisieran hacer de él un payaso o un bufón para entretenimiento ajeno. No le gustaba cuidar de niños porque no sabía entretenerlos y siempre le decía que no a todos cuando le pedían que cuidara de uno. Él era alguien serio.

Cuentos de Hadas II NOMIN (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora