10

629 112 1
                                    

Sentimientos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sentimientos...੭ु

El pequeño Jaemin no sabía que pensar.

Los últimos tres días habían sido diferentes, no de mala manera, pero el había sentido que las cosas habían cambiado.

Cada vez que Lee se le acercaba, cada vez que le acariciaba la cabeza o lo sostenía en sus manos. En cada momento que Jeno lo llamaba por apodos cariñosos, cuando le llevaba el desayuno o cuando dormían juntos. Simplemente, cada segundo a su lado... Su corazoncito se aceleraba.

Y aunque le gustaba sentirse así, también le daba miedo. Estaba confundido.

No sabia si lo que estaba sintiendo era lo que él creía, pero si era así no podía seguir de esa manera. No importaban sus sentimientos, pues estaba totalmente prohibido sentir algo así por un humano.

Y no quería fallar en su única misión.

Mientras esperaba a Jeno, el pequeño jugaba con unas hojas de colores que el humano le había dado. Le gustaba recortarlas y pegarlas, lo entretenía y hacía lindos dibujos que le regalaba al humano.

Cortaba los papelitos con cuidado, pegándolos en una hoja blanca. Pasaron un par de horas de esa manera. Y al momento de finalizar el hada estaba completamente satisfecha con el resultado, aunque no sabía si sería bueno regalarle ese dibujo a Lee.

Inconscientemente había hecho un dibujo de ambos con corazones alrededor. No quería incomodar al chico.

Con torpeza tomó el dibujo y lo escondió debajo de otras hojas, esperando que Jen no lo viera.

Ahora solo quedaba esperar una hora más.

Lee por fin respiraba el aire de su hogar, había sido un día pesado pero por fin estaba en su cómodo apartamento donde el pequeño rubiecito lo esperaba

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Lee por fin respiraba el aire de su hogar, había sido un día pesado pero por fin estaba en su cómodo apartamento donde el pequeño rubiecito lo esperaba.

— ¡Llegué, Jaeminie!— Avisó mientras caminaba a su cocina en busca de un vaso de agua.

El pequeño llegó volando al lado del humano. Se acercó y dejó un pequeño beso en la mejilla del castaño, haciendo sonreír al chico.

Cuentos de Hadas II NOMIN (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora