10

557 50 13
                                    

El desayuno fue "tranquilo" en cierta forma ¿Por qué decir Tranquilo entre comillas? Pues al inicio fue todo normal porque todos bajaron a desayunar como todos los días, aunque Hoshi les preparó el desayuno con tanto cariño como siempre solo que esta vez Sarada en vez de comer calmadamente como estaba acostumbrada ella comenzó a devorar todo lo que había en su plato sin tener tiempo para masticar y también bebía de un trago el jugo de naranja, pero también Sakura estaba diferente, solo le dio dos bocados a su desayuno para luego comenzar a solo a picar los alimentos con el tenedor viendo a su hija.

Eso sacó a Kiyoshi un poco de onda porque fue algo que no esperó ver bueno, de Sakura estaba entendible que estuviera preocupada por ese arranque de apetito repentino que estaba teniendo su hija, pero ¿De Sarada? Ella que siempre había sido tan educada a la hora de comer se comportaba como Naruto comiendo Ramen de la noche a la mañana.

—¡Me voy! —anuncio Sarada terminando de tragar el ultimo bocado y levantándose de un salto de su asiento —¡Se me hace tarde! —dijo emocionada al punto que sus ojos negros brillaban como nunca antes lo había hecho.

Era el principio del fin de semana por consiguiente no había clases. ¿Qué razón tenía de irse tan temprano? ¿Acaso no se suponía que iba a ir con Sakura para la prueba del vestido?

—¡Espera Sarada! —dijo Sakura siguiendo a Sarada hasta la entrada que su hija estaba casi saltando de la emoción.

Sarada se detuvo cuando abrió la puerta y volteó a ver a su madre con un poco de duda apretando el pomo de la puerta.

—¡Mamá! —dijo con un poco de reproche y un poco apurada —¡Enserio, se me hace tarde!

—¿A dónde vas con tanta prisa? —le pregunto Sakura un tanto sorprendida cruzando los brazos. Su hija tenía una mirada brillante como cuando entro a la academia. ¿Acaso era algo importante?

Sarada tomó un poco de aire antes de elegir las palabras correctas que le diría a su madre para explicar la situación así que finalmente lo dijo.

—Mamá, te lo dije ayer –dijo con tranquilidad Sarada.

Sakura pensó en lo que habían hablado la noche anterior y luego entendió a lo que se refería su hija, no esperaba que los entrenamientos con su padre comenzarán tan pronto y menos que fuera un día como hoy. Sasuke de nuevo era motivo de conversación y no estaba segura de cuando bien le hacía eso a su próximo matrimonio.

—¡Oh! —comenzó Sakura algo deprimida, pero también con entendimiento —Esperaba que me acompañaras a la prueba de mi vestido con tus tías.

Sarada suspiro y sus mejillas se tiñeron de carmesí algo avergonzada por haberlo olvidado. Le había prometido que iría con ella y sus amigas, pero ahora tenía la oportunidad de entrenar con su padre y aún que no quisiera reconocerlo le causa ilusión.

—Lo siento mamá, se me olvidó —procedió a disculparse —pero te juro que te ayudaré en todo lo demás y tú sabes muy bien que los asuntos de la ropa no se me dan muy bien. Además, tienes a la tía Ino, la tía Hinata y la tía Temari

Sakura se sentía un poco triste porque quería compartir la ilusión de su matrimonio con ella, pero no podía obligarla a acompañarla. No cuando su padre había regresado a su vida.

—De acuerdo —Acepto su madre y Sarada sonrió antes de darse la vuelta para irse. —Cuídate —susurro, pero su hija ya había desaparecido de su vista.

Así que era eso, Sarada estaba emocionada por iniciar su entrenamiento con su padre, sabía que no debería preocuparse por eso porque después de todo había dicho que no afectaría en nada su vida después de todo ellos estaban por caminos separados, pero no esperó que la convivencia entre padre e hija surgiera tan rápido y menos siendo uno de los días más especiales de su vida y aún que Sakura lo negara, había algo en su manera de actuar que la hacía sentir intranquila.

Quiero Ser LibreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora